España ha captado 2.615 millones de euros en diversas emisiones de deuda a largo plazo, por encima del objetivo máximo previsto, que era de 2.500 millones, a menor interés que anteriores emisiones de los mismos plazos, según los datos recogidos por EFE.
De los 2.615 millones conseguidos, 904,5 han salido con vencimiento en 2019 y un interés marginal del 0,896%, inferior al 1,412% anterior; otros 587,54 millones con vencimiento en 2023 se han colocado al 1,588%, frente al 1,941 % comparable, en tanto que los 1.123 millones de euros restantes, con vencimiento en 2024, han salido con una rentabilidad del 1,752%, desde el 1,850% precedente.
La subasta ha sido muy positiva, ya que a la rebaja de la rentabilidad se ha unido el gran interés por parte de los inversores, que han solicitado más de 5.205 millones de euros, lo que sitúa la ratio de cobertura, que es la proporción entre la demanda y el importe adjudicado, en 1,9 veces.
Con la de hoy el Tesoro ha concluido su programa de emisiones de este año, un ejercicio en el que ha reducido de forma notable sus costes de financiación; en concreto, el coste medio de la deuda ha pasado del 2,45% de cierre de 2013 al 1,56% a 30 de noviembre.
Los problemas de Rusia o la incertidumbre política en Grecia no han afectado a la credibilidad de España en el mercado secundario de deuda, y los inversores han mostrado una vez más que el país se percibe como un activo refugio. La prima de riesgo de España se reducía a esta hora a 116 puntos básicos, dos menos que al cierre de la sesión precedente, con el rendimiento del bono español a diez años por debajo del 1,8% (1,745%).