El año pasado casi medio millón de inmigrantes se marcharon de España. La crisis les empuja a regresar a su país en busca de nuevas oportunidades. Aunque muchos deciden seguir intentándolo aquí, y su decisión pasa por emprender. Solo el pasado febrero uno de cada dos nuevos autónomos fueron extranjeros. Lorena, Ivette y Catalina son claros ejemplos de emprendoras inmigrantes que ven su futuro en nuestro país.
MAQUILLAJE CONTRA LA CRISIS
Lorena Lichardi, argentina 37 años, llegó a España hace algo más de dos años. Es una emprendedora nata ya que en Argentina trabajó en múltiples sectores. Aquí empezó en la empresa de asalariada pero pronto decidió montarlo por su cuenta. Y así hace un año y medio se hizo consultora de belleza. Tiene un salón en Madrid (Capitán Haya, 23) y las cosas le van viento en popa. Como ella misma asegura "hay dos opciones: o te quejas o emprendes y la segunda es mucho más divertida".
EMPRENDIMIENTO COMPROMETIDO
Desde Perú llegó hace siete años Ivette Barreto, 37 años. A ella no le ha bastado solo con montar su propio negocio, una consultoría socio-empresarial "Emprende más" para ayudar a otros emprendedores a empezar. También ha creado la Asociación de Mujeres Empresarias Pachamama donde facilitan formación entre otras cosas a otras inmigrantes. Asegura que las cosas podrían irle mejor pero no se queja y de hecho su lema es claro "esta época requiere el doble de esfuerzo pero al final te llevas el doble de satisfacción".
Y PARA COMER... SABORES DEL MUNDO
Catalina Lezcano, peruana, 57 años, es un claro ejemplo de que el emprendimiento no tiene edad. Su forma de enfrentarse a la crisis es el restaurante "Sabores del Mundo" (Juan Francisco, 7). Catalina sostiene que "en estos tiempos difíciles hay que trabajar muy duro para sacar el proyecto adelante".