El Ibex 35 cierra con una ganancia semanal del 0,37% tras subir este viernes un 1,08%
- La prima de riesgo cierra en el entorno de los 100 puntos, que no rebaja desde abril
El Ibex-35 cerró este viernes en los 8.127,8 puntos, con lo que se anotó un ascenso semanal del 0,37%.
En la sesión de este viernes el principal selectivo de la Bolsa española se elevó un 1,08%, con lo que vuelve al verde tras dos sesiones a la baja.
Este viernes, la mayoría de valores cerraron en positivo. La mayor subida fue la de Bankinter, que se anotó una mejora del 4,53%; seguido por Santander, que se elevó un 3,02%; Endesa (+2,67%) CaixaBank (+2,35%), BBVA (+2,18%) e Inditex (+2,12%).
En el otro extremo, ocho empresas cerraron en rojo. Las mayores caídas fueron las de Acciona (-3,01%), Amadeus (-1,72%), Acciona Energía (-0,94%), Meliá Hotels (-0,68%) y Solaria (-0,62%).
Siemens Gamesa cerró en tablas.
Entre los valores con mayor capitalización, todo fueron ganancias. A las subidas de BBVA, Santander e Inditex, se le sumó la de Iberdrola (+0,95%).
El resto de bolsas europeas también han finalizado la jornada del viernes en positivo, con ascensos del 0,53% en Londres, del 1,04% en París, del 1,16% en Fráncfort y del 1,38% en Milán.
Mientras, la prima de riesgo se movía en el entorno de los 100 puntos, que no rebaja desde el pasado mes de abril y después de cerrar este jueves por debajo de los 103,35 puntos.
El barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, se situaba en los 86,95 dólares, con una caída del 3,15%, mientras que el Texas se situaba en los 78,83 dólares, con un descenso del 3,44%.
Este viernes la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha señalado que la amenaza de una recesión en la zona euro es más intensa ahora, a pesar de que los datos de crecimiento de la economía hayan sido mejores de lo previsto, por lo que considera "vital" demostrar el compromiso de la institución con su mandato de estabilidad de precios.
Lagarde advierte de que el riesgo de recesión ha aumentado
Además, ha recordado que la experiencia histórica sugiere que es poco probable que una recesión reduzca significativamente la inflación, al menos a corto plazo, por lo que "es vital" que el BCE muestre compromiso con su mandato para asegurar que las expectativas de inflación se mantengan ancladas y no se produzcan efectos de segunda vuelta.
