El Ibex 35 ha subido este martes el 0,59%, repuntando 48,4 puntos hasta los 8.185,2 puntos, gracias al avance del sector bancario y Wall Street, pero se le resisten los 8.200 puntos que perdió el pasado viernes tras las reuniones de la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE).
Las pérdidas acumuladas en el año se reducen al 6,07%, según los datos del mercado.
En una jornada en la que han subido todos los grandes valores menos Telefónica, los bancos lideraron las ganancias, con avances del 3,51% en el caso del Santander y 2,83% para el BBVA. Les siguieron CaixaBank (+2,35%), Bankinter (+2,34%) y Sabadell (+2,32%).
En el lado de las pérdidas, IAG, Naturgy y Fluidra sufrieron los mayores retrocesos, con caídas del 2,37%, 2,00% y 1,85%, respectivamente.
En cuanto a las compañías de mayor capitalización, aparte de los tres grandes bancos, Iberdrola subió un 0,28% e Inditex un 0,12%.
En Europa, Londres y Milán, con una evolución similar, han subido el 0,13 % y el 0,15 %, mientras que Fráncfort y París, tras una jornada íntegra en negativo, han retrocedido el 0,42 % y del 0,35%.
Respecto a la prima de riesgo, volvía a moverse al cierre en el entorno de los 109 puntos, como en la sesión anterior.
El precio del barril de Brent de entrega en febrero de 2023, el de referencia en Europa, cotiza este martes en los 79 dólares estadounidenses, lo que supone un descenso del 0,6% con respecto al cierre de ayer lunes (79,80 dólares).
El mercado abrió a la baja tras los descensos de Nueva York y, sobre todo, después del endurecimiento de la política monetaria acordado por el Banco de Japón, pero al mediodía entraba en zona de ganancias que la apertura al alza del mercado estadounidense ha consolidado.
En concreto, la institución presidida por Haruhiko Kuroda ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés del país en el -0,1%, la misma tasa que lleva manteniendo desde enero de 2016, cuando se adentró en terreno negativo por primera vez en su historia.
El Banco de España ha actualizado sus previsiones y para 2023 ha reducido la inflación siete décimas, que ahora sitúa en el 4,9 %, y una décima el crecimiento del PIB, al 1,3%.