El Consejo Constitucional de Francia validó el impuesto del 75 por ciento en ese país a las empresas que paguen a sus empleados salarios de más de un millón de euros al año, una promesa electoral del presidente, el socialista François Hollande.
La decisión que dio a conocer el Constitucional, máxima instancia judicial de Francia, llega un año después de que ese mismo órgano hubiera rechazado una primera versión de esa tasa, al considerar que la forma en la que estaba redactada podía entrañar desigualdades ante el fisco.
El Gobierno anunció entonces que trabajaría para elaborar una nueva versión que lograra el plácet del Consejo, un impuesto que el Ejecutivo siempre ha catalogado como transitorio.
Los llamados "sabios" de ese consejo han censurado, no obstante, 24 artículos de los 236 del presupuesto del Gobierno para 2014 y la rectificación de los de 2013, algunos a petición de la oposición y otras por iniciativa propia.
El Constitucional no aceptó, por ejemplo, una nueva segmentación en tramos del impuesto sobre la fortuna que impedirá que el contribuyente pague más del 75 % de impuestos, lo que podría ocurrir si alguien dispone de un patrimonio importante y unos ingresos bajos.