Se cumple un año desde que España solicitó asistencia financiera a la Unión Europea para poder sanear su sistema bancario. En este tiempo las tensiones de la economía española se han relajado considerablemente hasta el punto de que el rescate ya no se contempla como posibilidad.
La Comisión Europea (CE) ha afirmado que no es el momento de discutir sobre una posible prórroga del rescate a la banca española más allá de su fin en diciembre ante los riesgos existentes, pero tampoco descartó de entrada esta opción e indicó que evaluará la situación en otoño. "No es momento ahora de discutir una extensión, al programa (de asistencia financiera) todavía le quedan seis meses de vida; evaluaremos la situación en otoño", explicaron fuentes comunitarias.
La cuarta misión de revisión del programa de asistencia financiera de la Comision Europea, el Banco Central Europeo, en colaboración con expertos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés) y del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), así como con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su calidad de supervisor independiente, será en septiembre.
"No es momento de decir si descartamos la medida o no, ni de decir si nos preocupa la situación, todo eso serían especulaciones", recalcaron las fuentes, que indicaron que la posición de ambas instituciones al respecto "se verá claramente en una semana", después del Consejo de ministros de Economía de la UE, cuando se publicará el informe completo de la tercera revisión del programa.
Las fuentes recordaron que la Comisión Europea y el BCE han determinado que el programa de asistencia financiera a la banca española va por el buen camino, que el sector bancario se está estabilizando y sigue mejorando, pero que también han advertido de que sigue habiendo "riesgos" y que la reforma del sector "no ha acabado".
"Hay que seguir supervisando la situación y aplicando las medidas acordadas", señalaron.
41.000 MILLONES DE EUROS
El préstamo a España para sanear el sistema bancario asciende a hasta 100.000 millones de euros, de los que el Gobierno ha utilizado unos 41.000 millones y ya ha dicho que no tiene ninguna intención de recurrir al monto restante.
Según dijo recientemente el ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, no entra "en absoluto" en los planes del Tesoro acudir a los 59.000 millones de euros restantes, ni por necesidades de recapitalización de los bancos, ni por la de la financiación del Estado.
En su tercera revisión en mayo pasado del programa de asistencia financiera a la banca española la CE, el BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) pidieron al Gobierno que vigile la solvencia y la calidad de los activos de la banca española ante la "situación económica adversa", que sigue pesando sobre el sector.
La Comisión y el BCE consideraron que la banca ha "reforzado su solvencia" gracias a la recapitalización y la transferencia de activos tóxicos a la Sareb y con todo los ratios "están por encima de los requerimientos regulatorios".
No obstante, pidieron al Gobierno que siga "vigilando de cerca" el sistema bancario a fin de preservar su estabilización final.
España no debe bajar la guardia debido a la "situación económica adversa, las continuadas necesidades de desapalancamiento del sector no financiero español y el ajuste en el mercado inmobiliario, que siguen afectando severamente a los volúmenes de préstamos y a la calidad de los activos del sector bancario español", explicaron.
En este contexto, la Comisión Europea y el BCE insistieron en la necesidad de mantener un análisis continuado sobre la evolución de la calidad de los activos bancarios, la solvencia y la resistencia de las entidades españolas.
El FMI, por su parte, valoró en un documento separado la reciente clarificación de los criterios establecidos por el Banco de España sobre la clasificación de créditos y deuda refinanciada o reestructurada, pero pide una "rigurosa aplicación de esas exigencias para asegurar el aprovisionamiento adecuado de pérdidas sobre esos préstamos".