El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha eludido este miércoles valorar la decisión de Moody's de rebajar la nota de la deuda española pero ha dicho que espera que los líderes europeos aprueben en la cumbre del 23 de octubre un refuerzo del fondo de rescate de 440.000 millones de euros para dar "garantías" a España. "En la cumbre del próximo domingo esperamos una respuesta que sea fuerte para dar garantías a todos los países de la zona euro, incluso a España", ha explicado Barroso en rueda de prensa.
"El refuerzo del fondo europeo de estabilidad financiera es precisamente también para, si es necesario, responder a situaciones de países que no están en programas" de rescate, ha dicho el presidente de la Comisión. "Hoy tenemos en programas en la zona euro a Grecia, Irlanda y Portugal. Hay otros países que pueden también beneficiarse del fondo europeo de estabilidad financiera si es necesario", ha insistido Barroso, que ha eludido precisar cómo se ayudará a España. "No puedo ahora anticipar decisiones concretas sobre España. Eso también tiene que ser visto con las autoridades España", ha apuntado el responsable del Ejecutivo comunitario.
Sobre la decisión de Moody's, Barroso ha dicho que "normalmente" no hace comentarios sobre las decisiones puntuales de las agencias de 'rating' y ha recordado que la Comisión prepara una nueva norma para reforzar los controles sobre ellas. "No puedo entrar en comentarios más específicos porque me fue imposible leer la motivación de esa notación", ha señalado.
440.000 MILLONES PARA AVALAR FUTURAS EMISIONES DE DEUDA DE ESPAÑA E ITALIA
Los líderes de la eurozona se plantean aprobar en la cumbre que celebrarán el 23 de octubre que el fondo de rescate de 440.000 millones de euros se utilice para avalar futuras emisiones de deuda de España e Italia, según han confirmado fuentes europeas. El objetivo de esta medida es multiplicar la potencia del fondo para proteger a los dos países del contagio de un impago por parte de Grecia. Barroso ha afirmado que confía en que del Consejo Europeo del domingo salgan "decisiones muy importantes, de largo alcance y ambiciosas" para garantizar la estabilidad de la eurozona porque nos encontramos en un "momento crucial y decisivo no sólo por el euro sino para el futuro de Europa".
El presidente del Ejecutivo comunitario replicaba así al Gobierno alemán, que ha intentado rebajar las expectativas sobre los resultados de la crisis. "He querido poner a todo el mundo frente a sus responsabilidades", ha dicho, negando que se refiriera a ningún país. "Las decisiones que se tomen o no se tomen tendrán un impacto", ha zanjado. "Estamos en un momento decisivo que exige respuestas claras y determinadas", ha insistido.
En todo caso, ha avisado que "incluso si llegamos a una decisión política sobre todos los elementos sobre la mesa, lo que espero, eso no quiere decir que no haya después una fase de ejecución".La Comisión quiere que los líderes europeos lleguen a acuerdos sobre Grecia, la recapitalización de los bancos, el refuerzo del fondo de rescate, la estrategia de reformas para impulsar el crecimiento y la mejora de la integración de la eurozona para poder presentarlas en la cumbre del G-20 que se celebrará en Cannes el 3 y 4 de noviembre.
SARKOZY HABLARÁ POR TELÉFONO CON MERKEL
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, hablará este miércoles por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la cumbre de la Unión Europea (UE) del próximo domingo en Bruselas y la crisis en la zona euro. La portavoz del Gobierno francés, Valérie Pécresse, explicó a la prensa al término del Consejo de Ministros que Sarkozy no había entrado "en los detalles" del acuerdo que se espera en esa cumbre, y que simplemente había recordado "todos los desafíos" a los que se enfrenta la eurozona.
"Es evidente que los contactos franco-alemanes serán constantes y permanentes hasta el 23 de octubre", subrayó Pécresse. La prensa francesa había especulado en las últimas horas con la posibilidad de que hubiera hoy una entrevista entre el Sarkozy y Merkel en Fráncfort (Alemania), con motivo de la ceremonia de despedida del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.