El Banco de España asegura que no existen precedentes cercanos en España de una doble recesión, lo que plantea "importantes interrogantes" sobre la capacidad de respuesta de la economía española, en un momento en el que sus ineficiencias lastran la recuperación y obstaculizan el restablecimiento de una nueva senda de crecimiento sostenible. En su informe anual, el Banco de España repasa la evolución de la economía española en 2011 y la recaída que se ha producido en 2012 por la intensificación de la crisis de deuda soberana y su interacción con la situación del sistema financiero, que han empeorado las condiciones de financiación de la economía y la confianza de los agentes.
La institución asegura que la recaída se produce en un momento en el que todavía prosigue el ajuste en el sector inmobiliario, no se ha detenido la destrucción de empleo, el sector privado está inmerso en un "complicado" proceso de recuperación de la competitividad y desapalancamiento financiero y el bancario en otro de saneamiento, recapitalización y reestructuración, al tiempo que se avanza en un "severo" proceso de consolidación fiscal en un escenario sin crecimiento. "Estos factores, que han influido en la recaída, condicionan asimismo la salida de esta compleja situación", señala el Banco de España, quien asegura que, a muy corto plazo, las perspectivas siguen condicionadas por la necesidad de corregir los desequilibrios pendientes y de enderezar las fragilidades que han surgido durante la crisis, lo que obliga a completar los ajustes y limita las posibilidades de crecimiento.
TRES PILARES DE POLITICA ECONOMICA
Para el Banco de España, la superación de la crisis requiere una política económica "firmemente anclada" en una orientación a medio plazo para culminar la corrección de los desequilibrios y profundizar en el saneamiento de los sectores, aunque las medidas concretas puedan tener un efecto contractivo a corto plazo.
En este sentido, pide una agenda de política económica que se articule en torno a tres pilares: la reestructuración de las entidades de crédito, la culminación de un proceso fiscal "ambicioso" y el avance en las reformas estructurales, sobre todo en la del mercado de trabajo.
UNA RECUPERACION MAS DURADERA, EN 2013
A pesar la actual situación, el Banco de España espera que comiencen a apreciarse los primeros estadios de una "recuperación más duradera" en el año 2013, y cree que la recaída es indicativa tanto de la fragilidad de la recuperación anterior como de la intensidad de los elementos que se acumularon en 2011 y "dieron al traste" con la mejora gradual del producto. Por otro lado, repasa la reacción europea a la crisis y asegura que los progresos en políticas nacionales, gobernanza europea y política monetaria han sido "desiguales y no exentos de dificultades". "El camino por recorrer es todavía importante", señala la institución que gobernará a partir del lunes Luis Linde, tras resaltar la necesidad de completar los movimientos con el diseño de una agenda "más ambiciosa" para avanzar hacia una unión económica "más fuerte y profunda".
AVISA DEL RIESGO DE QUE LOS GOBIERNO SUCUMBAN A LA "FATIGA REFORMADORA"
El Banco de España advierte de que la senda de consolidación fiscal fijada por la Unión Europea (UE) en un entorno de fuerte deterioro de la situación económica hace aflorar el riesgo de que los gobiernos europeos puedan "sucumbir a una cierta fatiga reformadora". El organismo supervisor pone el ejemplo de Grecia, cuyo rescate, "largo y accidentando", da una idea "vívida" de las dificultades que entrañan estos procesos y de los costes que conlleva no superarlas con rapidez y eficacia. El riesgo se agrava en un contexto en el que la crisis de la deuda soberana ha adquirido un carácter sistémico y es uno de los principales factores responsables de la interrupción del crecimiento mundial.
El Banco de España hace hincapié en que existe una estrecha vinculación ente riesgo soberano, riesgo bancario y vulnerabilidad económica, y que una vez activado cualquiera de estos tres componentes se ponen en marcha mecanismos de retroalimentación entre todos ellos que agravan y profundizan las tensiones.
Para superar el escenario de tensión, la entidad dice que hay que actuar en tres ámbitos: el de las política nacionales, el de la gobernanza europea y el de la política monetaria.