El Banco de España revisa a la baja el crecimiento del PIB para este año y en 2022
El Banco de España ha revisado a la baja en 1,9 puntos porcentuales su proyección para el PIB de España para 2021, hasta situarla en el 4,5%, debido al recorte del Instituto Nacional de Estadística (INE) del segundo trimestre, el comportamiento del tercer trimestre, los ‘cuellos de botella’ y el repunte del precio de la electricidad. Para 2022, estima una rebaja de cuatro décimas, hasta el 5,4%, por la continuidad de estos factores.
El organismo actualizó este viernes sus previsiones para la economía española y el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, detalló que para 2021 se prevé un crecimiento sensiblemente menor al anteriormente proyectado por las “sorpresas negativas” en el PIB del segundo y el tercer trimestre y por el impacto de los ‘cuellos de botella’ y el aumento de los precios de la electricidad, factores que también impactarán en 2022.
Arce señaló que “llama la atención” que el Instituto Nacional de Estadística (INE) haya hecho una revisión a la baja “de mucha entidad” del PIB del segundo trimestre, de 1,7 puntos, aunque puntualizó que el entorno es de “una incertidumbre tremenda”. El organismo destaca que la incidencia de la pandemia está aumentando en España y en el entorno europeo.
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Así, el organismo empeora en cuatro décimas su estimación para 2022, hasta el 5,4%, por un peor cierre del previsto de 2021 y la continuidad de los ‘cuellos de botella’ y el repunte de la inflación.
En cambio, para 2023 espera un mejor comportamiento del PIB, con un crecimiento del 3,9%, 1,9 puntos más que su última previsión formulada en septiembre. El Banco de España explica este repunte porque estima que se desharán los ‘cuellos de botella’ y los fondos europeos tendrán un impacto positivo.
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Además, realiza una primera estimación para 2024 y apunta que el PIB crecerá un 1,8%. Bajo esta senda, prevé que se recupere el nivel previo a la crisis a finales de 2022 o principios de 2023.
También apunta que la recuperación del consumo será más lenta de lo previsto y la tasa de ahorro permanecerá en niveles relativamente elevados, en torno al 8% de la renta bruta disponible en 2024.
