La crisis económica no ha hecho excesiva mella en la Feria del Libro de Madrid, cuyas ventas han alcanzado los 7,95 millones de euros, lo que supone un cuatro por ciento menos que el año pasado, y eso, "con la que está cayendo fuera", no es un dato demasiado negativo.
"Ese dato, aunque no es bueno, es menos malo de lo que cabría esperar", le dijo hoy a Efe Fernando Valverde, director adjunto de la Feria del Libro, que en su setenta edición ha tenido a Alemania como invitado de honor.
El descenso de ventas de la Feria es también mucho menor que el que han experimentado las librerías en el primer cuatrimestre del año, cuyas ventas "han caído entre un quince y un veinte por ciento" con respecto al mismo período del año anterior, señaló Valverde.
Esa bajada es achacable "en un porcentaje muy alto" a la ausencia de compra institucional. "Las bibliotecas han dejado de comprar, y eso se ha extendido como una mancha a los colegios, institutos y universidades", afirmó Valverde.
"Eso es muy grave. Suprimir las compras de las bibliotecas no apunta en buena dirección. Para muchas librerías esas compras eran un fijo", aseguró Valverde, presidente de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL).
La organización de la feria destaca "la gran afluencia de público" que ha habido en esta 70ª edición. "Hemos tenido dos muy buenos fines de semana, el segundo y el tercero, con firmas multitudinarias, y hemos observado también que sigue manteniéndose la tendencia de otros años con el aumento de público los días laborables", señaló Pilar Gallego, presidenta de la Feria.