"Los universos paralelos", obra del dramaturgo estadounidense David Lidnsay-Abaire, que se estrena el 20 de septiembre en el Teatro Español de Madrid, ahonda de manera "luminosa" en la pérdida de un hijo para plantear que es posible "sobrepasar" la tragedia y que "merece la pena" seguir adelante.
El montaje, dirigido por el madrileño David Serrano, se centra en la historia de una pareja, encarnada por Malena Alterio y Daniel Grao, que intentan reconducir sus vidas tras la muerte de su hijo pequeño y cómo cada uno "afronta ese dolor de una manera distinta", ha señalado hoy Alterio durante la presentación de la obra.
"No es solamente una historia sobre la pérdida de un hijo, sino sobre cómo sobrevive una familia. La historia se plantea sin subrayar el dolor o meter el dedo en la llaga, sino de una manera muy luminosa", ha apuntado la actriz, que también comparte escenario con Carmen Balagué, Belén Cuesta y el joven actor Itzan Escamilla.
Serrano, que ya había trabajado un texto de Lidnsay-Abaire en el montaje "Buena gente", ha asegurado que el dramaturgo estadounidense es "uno de los mejores que existen" y un "maestro" en escribir sobre situaciones y personajes cotidianos, así como "combinar el drama y la comedia de una manera muy natural".
"Lindsay-Abaire escribe de manera universal; esta es una historia que puede suceder en Kentucky, en Rabbat o en Alicante: una familia en la que hay amor y discusiones, que tiene momentos críticos, pero en la que priman los buenos sentimientos", ha apuntado Balagué, que ya había trabajado con el director en "Buena gente".
Carme Portaceli, directora del Teatro Español, ha destacado que el montaje no solamente habla del dolor y la pérdida, sino también de "cómo dos personas afrontan el mismo problema: uno quiere superarlo muy rápido y el otro no, lo que trae unas consecuencias y un cambio de visión en ambos".
El director apostó por un elenco que trabajara "con absoluta verdad", dado que la obra, ganadora del Premio Pulitzer de Teatro en 2007, es "casi un documental sobre la vida de un grupo de personas", por lo cual tanto la puesta en escena como la interpretación deben ser "muy realistas".
"Busco que los actores estén cómodos y adaptar todo al terreno en el que ellos van a dar más. Vi que, si al principio nos metíamos a buscar el dolor, iba a ser un proceso terrorífico, una especie de tortura, entonces quise que intentáramos relajarnos, hablar de otras cosas antes de ensayar", ha destacado Serrano sobre el trabajo con los actores.
Más allá del dolor por la pérdida, el director ha destacado que "Los universos paralelos", que fue llevada el cine en 2010 en la cinta "Rabbit hole", tiene un mensaje optimista frente a la tragedia: "Que merece la pena vivir y soprepasar los problemas, aunque quede una huella y lleves una cicatriz".
