Nos topamos con un Bisbal más reposado, íntimo y directo. Porque en directo ha grabado su último trabajo Acústico. Una noche en el Teatro Real. Fue el pasado 1 de noviembre. Un buen motivo para charlar con el artista almeriense al cumplirse diez años de su carrera.
Comenzó con un ímpetu fulgurante y explosivo, subido a la hola de aquel famoso concurso televisivo. Ahora llega el reposo del guerrero. Un regalo a sí mismo, a su década sobre los escenarios. Eso proclama, y lo quiere compartir. En recintos como el Teatro Real que, según el almeriense, imponen y enseñan.
La idea de este desenchufe nació, según confiesa, con el tema acústico Mi princesa. Buscaba un tono calmado e íntimo, nada de ferias y multitudes. Adiós a las piruetas. Asegura que esta experiencia le ha marcado, y que cambiaría sin dudar diez conciertos en un teatro por un estadio repleto. Acústico y agustico, como dicen por Almería. Así hasta junio, luego será el momento del nuevo disco, que estará influenciado por este trabajo.
Quizá es que se nos está haciendo mayor.