La exposición "Noche de luz" reúne desde hoy en Madrid un total de 200 belenes de Navidad, compuestos por más de 3.000 figuras y procedentes de 112 países de todo el mundo, para mostrar "la universalidad del belén" y su manera de reflejar la cultura de países como México, Polonia, Estados Unidos o Haití.
"A través de los diferentes tipos de belenes se puede recorrer el mundo y explicarlo a partir de cada uno de los personajes de los conjuntos", ha explicado a Efe Antonio Basanta, el comisario de la muestra, que permanecerá en la Casa del Lector hasta el 6 de enero.
Así, "Noche de luz" persigue enseñar al visitante la implantación del belén en "prácticamente todos los países del mundo" y reforzar el hecho de que "en la manifestación del arte belenista" hay toda una serie de dimensiones "muy interesantes".
En este sentido, Basanta ha destacado la manifestación religiosa -"aunque no sólo cristiana, en la medida en la que integra otras muchas costumbres, ritos y liturgias de las religiones locales"-, la histórico-artística, ya que la tradición arranca en el siglo IV antes de Cristo, la folclórica y, sobre todo, su dimensión simbólica.
"El belén acaba siendo un código de señales que van emitiendo un conjunto de significados, los cuales componen una narración más compleja de lo que inicialmente parece", ha precisado, haciendo referencia a que otro de los objetivos de la muestra es ayudar a "leer" el belén.
Algunos de los conjuntos que el visitante podrá "leer" para acercarse a su historia y a sus curiosidades son un belén procedente de Portugal que representa la humildad, el conjunto estadounidense del "nacimiento del pollito" arraigado en su época colonial, un belén provenzal francés u otro compuesto de esquimales y procedente de Alaska.
Basanta, además, ha destacado algunos conjuntos como uno procedente de Haití, "el país más pobre del mundo", y elaborado a partir del material de los bidones de petróleo por un artesano llamado Exulien Exuma que firmó en el brazo de la figura de San José porque su bisabuelo había sido esclavo y estuvo "marcado de esa manera".
"Noche de luz" también permite al visitante disfrutar de algunas sorpresas, como la historia del cuarto rey mago, que llegó 33 años tarde a Belén porque siempre se entretenía por el camino ayudando a la gente, y otras curiosidades como belenes en forma de olla o hechos de calabaza, y las figuras de tres reyes magos cascanueces procedentes de Rusia.