Un western paródico, con un personaje legendario a la cabeza, nada menos que el Llanero solitario, acompañado de su inseparable Tonto. Lo que a priori parecía una buena idea no ha resultado igual de bien en la gran pantalla y solo los muy fans de Johnny Depp apreciarán esta nueva versión cinematográfica.
Dirigida por Gore Verbinsky, "El llanero solitario" puede ser el gran fracaso del año para Disney, que el año pasado ya tuvo una gran decepción con otra apuesta que salió muy mal, "John Carter".
En esta ocasión, las dos horas y media de metraje, los personajes estereotipados, la poca gracia del protagonista y la repetitiva interpretación de Depp -que cambia de caracterización y maquillaje pero sigue siendo el mismo pirata del Caribe- juegan en contra del filme.
Si se añade que el guión es de lo más simple, que la música de Guillermo Tell sobrevuela continua y machaconamente durante toda la película y que los paisajes desérticos están muy desaprovechados, el desastre está servido.
Verbinsky, responsable de la trilogía de los Piratas del Caribe y de una estupenda película de animación, "Rango", mezcla elementos de esas dos historias con la leyenda clásica del llanero, pero el experimento no funciona.
El primer error es lo que pretendía ser su principal valor: los actores.
Armie Hammer, que interpretó a los gemelos Winklevos en "The social network", es tan perfecto físicamente como frío e inexpresivo. Le ocurre lo mismo que a Taylor Kitsch, el protagonista de "John Carter". Dos elecciones desastrosas.
Pero tampoco sube el nivel un Depp que repite en Tonto todos los tics que ya mostraba en su Jack Sparrow.
Cambia pañuelo y mar por melena, plumas y desierto, pero el resto es exactamente igual. Los fans que adoren al actor, estarán encantados. Los que busquen novedad y una buena interpretación, mucho menos.
Y a la narración le falta continuidad y le sobra irregularidad, con algunas excelentes escenas y otras que se acercan más al estilo de las películas cómicas mudas que a las del western. Si esto se ha hecho a propósito, no encaja con el espíritu del personaje. Si es un accidente es aún peor.