El teatro de ópera más importante de España, el Real, y el que le sigue en prestigio, el Liceo, han sufrido este año una intensa convulsión, ya que, además de ser sacudidos, sobre todo el segundo, por los efectos de la crisis económica, han vivido un cambio radical en su dirección.
No ha podido abstraerse tampoco al "tsunami" económico el Palau de les Arts de Valencia, que ha determinado cerrar tres meses al año y despedir, por aplicación de un ERE, a 40 de sus 284 trabajadores.
El año empezó en el Real con la presentación de una temporada 2013/2014 "muy Mortier", con doce títulos de bel canto, uno de ellos dirigido por Michael Hanecke, "aggiornamientos" sobre la conquista de México o el anuncio del estreno mundial de "El americano perfecto", sobre Walt Disney, o de "Brokeback Mountain".
Era sabido que los responsables del Real debían empezar a buscar a quien sería el sustituto del belga Gerard Mortier, porque, aunque la vigencia de su contrato era hasta 2016, en ópera han de cerrarse las temporadas con mucha antelación, pero, inesperadamente, la temporada arrancó sin el que había sido su muñidor.
En septiembre, días antes de que comenzara la temporada, el patronato del teatro anunció que, "tras tres meses de entrevistas con distintos candidatos", su comisión ejecutiva había acordado que el que era director artístico del Liceo, Joan Matabosch, relevaría como intendente a Mortier (1943), en su puesto desde 2010.
Afectado por un cáncer de páncreas descubierto poco antes del verano y del que se trataba, y trata, desde entonces en Alemania, Mortier había asegurado en una entrevista que, si no se atendía su opinión y el ministerio de Cultura optaba por un candidato español para sucederle cuando se cumpliera su mandato, no esperaría a 2016 y se iría.
Sin que ni la enfermedad ni la celeridad en el relevo fueran del dominio público hasta entonces, la comisión ejecutiva le tomó la palabra y procedió a su sustitución por Matabosch, que será el nuevo intendente a partir del 1 de enero.
Matabosch, mientras tanto, ha seguido ocupándose de la dirección artística del Liceo y gestionando la actual temporada del Real junto a Mortier, que ha pasado de ocupar un puesto ejecutivo a uno asesor: consejero artístico del teatro para su proyección internacional.
Matabosch adelantó entonces que su intención no era llegar a Madrid con un "tanque" para destruir el "legado artístico extraordinario" de su antecesor: "No vamos a hacer en el Real lo que la Ópera de París hizo tras la salida de Mortier", dijo.
Los cambios a los que se refiere tienen que ver con la ampliación del repertorio, para que sea "más contrastado" y con más referencias al siglo XIX; apertura en el abanico de directores de escena y mayor potenciación del fenómeno vocal, es decir "buenos cantantes, de entre lo mejor del circuito internacional".
En junio, el BOE publicó las cuentas anuales del teatro correspondientes a 2010 y 2011 y en ellas se indicaba que las 15 óperas que programó en 2010 y las 11 de 2011 fueron en su mayoría deficitarias. Sin embargo, a pesar de que el valor patrimonial del coliseo había decrecido en esos años, sobre todo debido a la notable bajada de sus subvenciones, el coliseo estaba saneado con un valor de 21 millones.
PROBLEMAS EN EL LICEO
El que arrastra "importantes problemas de tesorería" es el Liceo, que en los últimos años ha dejado de percibir 12 millones en subvenciones, aunque logró en noviembre un crédito sindicado de diferentes entidades bancarias, 5,75 millones, para pagar las nóminas de los trabajadores y cubrir "la operativa básica" del teatro.
Además, desde julio está inmerso en una crisis institucional tras conocerse que no se iba a renovar al anterior director general, Joan Francesc Marco, y la decisión de Matabosch de irse al Real y de la del director del coro, José Luis Basso, de fichar por la Ópera de París.
El Liceo debe presentar un plan estratégico y de viabilidad para el periodo 2014-2017 en enero, el mismo mes en el que concluye la presentación de currículos para sustituir a Matabosch en su puesto, que deberá estar cubierto, como lo más tarde, el 1 de septiembre de 2014.
El 4 de octubre, el Liceo, que ya había sufrido un ERE temporal en verano con continuidad el próximo verano, designó como nuevo director del consorcio y de la fundación del teatro al gestor empresarial Roger Guasch, pero aún quedan por cubrir los puestos que ocupaban Matabosch y el del director del coro.
"Se han traspasado absolutamente las líneas rojas", aseguraba Matabosch acerca de los recortes y la bajada de las subvenciones públicas, aunque también aseguraba que había que "luchar" contra la imagen de que "la casa se hunde, porque no es verdad".