Cinco años después del que muchos temieron que sería el último concierto de los veteranos Rolling Stones, sus "Satánicas Majestades" han demostrado que su pacto con el diablo sigue vigente al anunciar cuatro nuevos conciertos en Londres y Nueva York antes de final de año.
El próximo 25 de noviembre, la banda marcará su recién cumplido medio siglo de vida en el O2 Arena londinense, el mismo escenario en que el 26 de agosto de 2007 puso fin a la maratoniana gira "A Bigger Bang", que muchos medios calificaron entonces como la última de los Stones.
Incombustibles, Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ron Wood, todos ellos cercanos a la frontera de los 70 años, completarán el 29 de noviembre, también en el O2 Arena, y el 13 y 15 de diciembre, en el Prudential Center de Newark, cerca de Nueva York, su minigira de cuatro recitales, bautizada como "50 & counting" ("50 y contando").
Las entradas para los conciertos de Londres se pueden reservar desde hoy a unos precios de entre 106 y 406 libras (de 130 a 507 euros), mientras que el 22 de octubre se abrirá la fase de preventa para las dos fechas estadounidenses.
El anuncio de los nuevos conciertos llega después de meses de rumores sobre el posible regreso de la banda y acompañado de una promesa velada por parte de Jagger, que ha sugerido que se trata de un "primer bocado".
La ausencia de los Stones en las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Londres este verano, en las que se rindió un amplio homenaje a la música popular británica, fue el primer signo público de que la banda estaba embarcada en otros proyectos.
Y es que, en el año en el que se cumple medio siglo del primer directo de la formación, en la sala del Soho londinense "Marquee Club", cuando Jagger tenía tan solo 18 años, los Rolling Stones han engrasado su maquinaria de rock and roll.
En julio, Richards admitió que el grupo se había reunido para "un par de ensayos" e hizo pública una declaración de intenciones: "Este perro viejo todavía está con vida. Moriremos con gracia, elegantemente devastados", dijo el guitarrista, cerca de cumplir 69 años.
En agosto, los cuatro integrantes de la banda, entre los que circula desde hace décadas un aura de malas relaciones personales, enterraron cualquier hacha de guerra para encerrarse por vez primera en siete años en un estudio de grabación, en París.
Del encuentro surgió "Doom And Gloom", un tema inédito que lanzaron la pasada semana como adelanto al recopilatorio "GRRR!", que saldrá a la venta el 12 de noviembre, a punto para la campaña navideña y para acompañar la vuelta a los escenarios de uno de los grupos con mayor éxito comercial de todos los tiempos.
Los Stones todavía se reservan otra bala en el cargador, el también inédito "One More Shot", que se publicará en un nuevo disco que ha vuelto a producir el estadounidense Don Was, responsable de las últimas cinco grabadores del conjunto británico.
"Seguro que ya habíais adivinado que esto se avecinaba. Estamos preparados. Pronto estaremos de vuelta actuando para vosotros en dos ciudades que saben lo que es el rock and roll", afirman los cuatro integrantes de la banda en un vídeo promocional de los conciertos.
Richards resaltó por su parte el buen entendimiento que parece reinar entre los músicos: "Estoy con Mick, Charlie y Ronnie y todo va sobre ruedas", afirmó el compositor, junto a Jagger, éxitos como "Angie", "She's A Rainbow" y "Under My Thumb".
La última ocasión en la que los Stones salieron de gira, en 2005, tardaron dos años en volver a casa, actuaron por el camino ante 4,5 millones de personas, en 32 países, y recaudaron 347 millones de libras (433 millones de euros o 557 millones de dólares).