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Maribel Verdú vuelve a las salas españolas de la mano del director Gerardo Olivares con El faro de las orcas, una historia basada en hechos reales sobre el viaje de una madre al fin del mundo para intentar ayudar a su hijo autista que ha resultado ser "una película necesaria en el tiempo que vivimos".

"Meterte en el cine hoy durante hora y media y poder viajar, y respirar, y olvidarte de la violencia, y del estrés, y de la tecnología, de verdad que es una maravilla; es una película terapéutica que además puedes ir a ver con toda la familia", ha dicho la actriz madrileña en una entrevista con Efe.

Olivares ha vuelto a sumergirse en la naturaleza, en este caso, literalmente, para contar esta historia que, como condimento, admite, contiene una hermosa historia de amor protagonizada por Maribel Verdú y Joaquín Furriel -lo único que no pasó realmente- y, en medio de ambos, un niño, el hijo autista de ella, que interpreta de modo espectacular el argentino Quinchu Rapalini.

Verdú interpreta a su "enésima" madre -"normal, dice, a la edad que tengo"- una mujer que viaja de España a la Patagonia por amor; algo que la propia actriz haría "pero no solo por mi hijo, sino por una hermana, o por alguien muy querido si crees que eso puede servir para algo". Tanto Verdú como Rapalini prepararon sus papeles con especialistas argentinos que les enseñaron cómo viven y reaccionan estos niños.

Lo más apasionante, explica la ganadora de dos Goya y un Ariel y Premio Nacional de Cinematografía 2009, bregar con ese "vínculo tan bestial que establecen estos niños con su madre, tienes que dejar tu vida, tu trabajo, todo; tú no puedes hacer nada más que dedicarte a él, eres su única conexión con el mundo: su madre, nadie más".

"Es la única persona que puede sacarle de sus círculos, son niños que no tienen noción del tiempo y pueden estar repitiendo un gesto 30 horas seguidas". "Era conmovedor ver trabajar a Maribel y a Quincho", apunta Furriel.

El director cordobés admite que partir de una historia real, la que el auténtico Roberto Buba recogió en la novela "Agustín corazón abierto", marca mucho a la hora de escribir; Buba, también en Madrid para apoyar la película, afirma que se ajusta bastante a lo que pasó.

"Una madre con mucho coraje y un niño con necesidades especiales se cruzan el mundo y viajan a la Patagonia para intentar ver qué pasaba, qué sensaciones tenía su hijo al convivir con las orcas", porque el niño había reaccionado por primera vez al ver un documental en televisión en el que él jugaba con orcas en el agua.

Pero se supone que los guardafaunas deben proteger a esos animales que reciben cada temporada la visita de 300.000 personas, explica Buba, quien afirma haber sufrido "permanentes denuncias por mi vínculo con las orcas".

"Las miserias humanas y los intereses personales convierten el hecho de no molestar a los animales en que no se les moleste a ellos; evidentemente no querían ver el vínculo tan precioso que hay entre el hombre y el animal", resume el científico.

"Siempre digo que contra Donald Trump están los Beto", señala Olivares, quien añade que su película "también quiere eso: dar voz a esta gente anónima que lucha por la naturaleza, héroes desconocidos". Y el auténtico Beto explica que, aunque él lleva 25 años sin ver tele y se declara ignorante de la política actual, está convencido de que Trump es "más de lo mismo, pero sin la máscara".

"Estamos en un mundo gobernado por intereses de compañías multinacionales y creemos que hacemos lo que queremos, pero eso no es así, ni con Trump ni sin Trump", zanja.

Rodada en impresionantes escenarios naturales del sur argentino, en la provincia de Chubut, en Punta Delgada y en Península Valdés, y también en Fuerteventura, en España, la película incorpora planos documentales rodados por Olivares en 2012 de cacerías auténticas de leones marinos en esas costas. Solo se han digitalizado los momentos de contacto entre los humanos y las orcas.

El actor argentino cuenta a Efe que acaba de regalar a su hija de nueve años el libro de Beto; "es el nuevo Juan Salvador Gaviota, donde flotan las metáforas que enseñan", asegura.

Coproducida por José María Morales (Wanda Vision) y la argentina Lucía Puenzo, también directora y guionista, autora, entre otras, de "La puta y la ballena", la película se estrenará en cines el próximo viernes 16 de diciembre.