Más de 50 fotogramas ampliados conforman la muestra "Mujeres de Cine. Ecos de Hollywood en España, 1914-1936" que tratan de enmarcar la influencia que las grandes actrices estadounidenses del cine mudo como Gladys Walton, Barbara Stanwyck, Jean Harlow o Costance Bennet, tuvieron en las mujeres españolas de una época en la que se produjeron los primeros avances en sus derechos.
El comisario de la exposición, Eugenio Fontaneda, relató a Efe que las fotografías de la muestra fueron halladas en una "cajita de hojalata" que contenía una "colección de fotogramas" reunida por un niño de Granada, al que el proyeccionista del cine al que "iba todos los días" le regalaba esos recortes de fotogramas.
La "particularidad" de la colección era que "todos los fotogramas eran primeros planos de actrices" del cine mudo de Hollywood.
Para Fontaneda, la colección muestra el "choque cultural" entre Estados Unidos y España "a través del cine" y, deja entrever "cómo esa mujer provinciana" de un país "atrasado" como la España de las décadas de 1920 y 1930, "percibe a la mujer americana" que era "sofisticada" y portaba "mensajes y roles nuevos".
Esos mensajes "debieron influir a la fuerza" en "los grandes avances en cuestión de género" de esos años, que Fontaneda busca reivindicar con la exposición porque "a veces olvidamos" esos logros y "asociamos el feminismo más a los años setenta en España".
Recordó que en la década de 1930, durante la República, fueron aprobados el sufragio universal y el divorcio.
La colección también supone "un homenaje a todas estas actrices que cuando surge el cine sonoro" en 1927 muchas de ellas "desaparecen de la industria cinematográfica", al no "adaptarse a ese nuevo cine" y que "tenían unas técnicas interpretativas muy específicas" y "pasaron de ser grandes divas a grandes olvidadas".
Algunas de esas grandes olvidadas son Louise Brooks, que fue la precursora de una nueva estética, como el corte de pelo "bob", que se convirtió en emblema de la época y que provocaron que se empezara a "percibir a la mujer como una consumidora" y se empezó a "construir un entramado comercial" en torno a la mujer.
También tiene un sitio preferente en la muestra Marion Davis, cuya relación sentimental con el magnate de la prensa estadounidense William Randolph Hearst, eclipsó su carrera, financiada por él.
Fontaneda contrapone a esas grandes actrices estadounidenses con imágenes y textos que describen la realidad de la mujer española de la época, donde "te puedes encontrar a la mujer vestida de negro" con unos valores "decimonónicos" y con unos roles "vinculados al antiguo régimen", y también otras que "quieren tener voz propia y vida propia".
En esta ocasión, además de las fotografías, se proyectarán los filmes mudos 'Salomé' y 'Cleopatra', así como "dos de las primeras películas pornográficas de España", producidas por el rey Alfonso XII (1886-1941) en la década de 1920, y que estuvieron "desaparecidas muchos años" y halladas recientemente en un convento de Valencia.
Con la exhibición de esas películas, Fontaneda enfrenta los nuevos roles que la mujer adquiría en el cine comercial con un "contradiscurso", de que a la vez y como actualmente, las "películas porno lo que provocan es la cosificación de la mujer".
Explicó que esos filmes pornográficos no fueron producidos con "fines comerciales", sino que eran "para el disfrute personal del rey, por lo tanto si queremos conocer la personalidad de Alfonso XIII y cuáles eran sus fantasías sexuales, yo creo que estas películas nos lo dejan muy claro", señaló.