La exposición europea más importante sobre los fauvistas en la Fundación Mapfre

  • Reúne 155 obras procedentes de 80 colecciones

Matisse decía que el color debía "ser pensado, sentido e imaginado" y eso es lo que expresaron en común los miembros del fauvismo, el primer movimiento pictórico de vanguardia del siglo XX, que ahora se presenta en la exposición "Los Fauves: la pasión por el color" en la Fundación Mapfre de Madrid.

La muestra, que se puede visitar a partir de este sábado y hasta el 29 de enero, reúne 155 obras procedentes de 80 colecciones, sobre todo europeas, entre ellas pinturas, acuarelas y una selección de piezas de cerámica, lo que la convierte en la más importante que se ha realizado sobre este movimiento en España, según su comisaria, María Teresa Ocaña.

Henry Matisse, André Derain y Maurice Vlaminck formaron el primer núcleo grueso de este movimiento, que no tenía ningún credo o manifiesto, salvo su pasión y exaltación por el color y su obsesión por disociarlo de las formas.

Los "fauves" situaron la independencia del color en el centro del debate artístico renovando los fundamentos del arte de su tiempo.

Su movimiento artístico duró poco, de 1905 a 1907, y tuvo su primer impacto público en la presentación de sus cuadros en el Salón de Otoño (Salon d'Automne) de París en 1905, causando un gran revuelo, aunque antes, a finales de la década de 1890, ya se habían agrupado en torno a Henri Matisse.

Louis Vauxcelles, un importante crítico de la época, no dudó en clasificarlos en su reseña de "fieras" ("fauves", en francés) debido a la intensidad de las tonalidades utilizadas en contraste con dos bustos expuestos en la misma sala del Salón de Otoño.

"Se apartaron de lo que hacían los impresionistas y en aquel momento podían parecer algo salvajes. Impusieron el color en el centro de la composición. Mostraban sus emociones y sentimientos con los colores, expresados en los cuerpos, sus cuartos o sus naturalezas muertas. Todo ello con total libertad en su ejecución", explica a Efe la comisaria, María Teresa Ocaña.

Recuerda que el fauvismo fue "el primer movimiento de vanguardia" e influyó mucho en Europa, aunque "no tanto en España". "Además, anticipo muchos movimientos como el expresionismo abstracto", añade y destaca la individualidad y autonomía de cada integrante del grupo.

Y es que el fauvismo no fue una corriente homogénea sino un movimiento de un grupo de amigos, de unos jóvenes que estaban preocupados por las mismas cosas e indagaban en los mismos temas, dice Ocaña.

OBRAS DE MATISSE, DERAIN Y BRAQUE

La muestra traza un recorrido por el fauvismo desde sus inicios en el taller de Gustave Moreau hasta la desintegración del grupo a finales de 1907 e incluye obras de todos lo artistas que formaron el grupo: Matisse, André Derain, Maurice de Vlaminck, Albert Marquet, Henri Manguin, Charles Camoin, Jen Puy, Raoul Dufy, Othon Friesz, George Braque, George Rouault y Kees van Dongen.

Además la propuesta de la Fundación Mapfre hace hincapié en las relaciones artísticas y personales entre ellos. "Posaban unos para otros; compartían modelo: la mujer o la hija de alguno de ellos posaba para todos. Tenían una gran amistad", subraya la comisaria.

Dividida en cinco grandes secciones, la muestra sigue un orden cronológico e incluye pequeñas secciones dedicadas al dibujo y a la cerámica.

La exposición arranca con "El fauvismo antes del fauvismo", dedicada a los originales intentos pictóricos llevados a cabo por los artistas que formaron el grupo "fauve" durante los primeros años de su formación.

Continúa la muestra con "Los Fauves se retratan", que incluye los retratos cruzados que se hicieron unos artistas a otros y donde se ve la personalidad de cada pintor.

Le sigue la sección "Acróbatas de la luz", la cual muestra su trabajo en relación con la incidencia de la luz en el color de sus paletas, fruto de la estancia de muchos de ellos, durante largas temporadas, en la Costa Azul.

Aquí también se percibe cómo Matisse y Derain se iban liberando de las primeras técnicas puntillistas.

El cuarto apartado, "La fiereza del color", recoge las obras más espectaculares del fauvismo, a partir del escándalo causado por estas pinturas en el Salón de Otoño, lo que les llevó a exponer en las grandes galerías de París.

La muestra se cierra con "Senderos se bifurcan", con el grupo de pinturas que presentan los diferentes caminos que tomaron los "fauves" a partir de 1907.