Más de cuatro mil personas han visitado el Foro Internacional del Español, destacando que un cuarenta por ciento de las mismas estaban relacionadas con la enseñanza y un veinte por ciento con las industrias culturales.
Durante cuatro días, más de 350 especialistas han participado en las 110 ponencias celebradas en este singular evento, organizado con el objetivo de impulsar el español como activo generador de negocio, así como de construir un proyecto que promueva y refuerce los intereses económicos y culturales que genera.
En las cifras registradas destaca también las 3.000 personas de veinte países que siguieron las ponencias por "streaming", especialmente en Estados Unidos, Colombia, México y Canadá. Además, en las redes sociales el Foro ha alcanzado cinco millones de usuarios y más de ocho millones de impresiones.
Los resultados "han superado las expectativas. Ha sido un éxito", en opinión de Luis Eduardo Cortés, presidente de Ifema, quien ha destacado que, a pesar de los numerosos visitantes, se trataba de un encuentro de trabajo, no de una cita de masas.
"Se ve, se palpa que somos muy conscientes del valor que tiene nuestro idioma y de la obligación que tenemos de aprovecharlo, tanto desde el punto de vista cultural como económico", ha señalado Cortes.
En este éxito ha sido fundamental "la presencia de personas de muy alto nivel cultural e intelectual", destacando la presencia del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, con las que a través de las ponencias organizadas "se ha analizado el español bajo diferentes y novedosos puntos de vista, que antes no se hacía".
Así ha ocurrido con industrias relacionadas con la televisión, el cine, la música, la literatura, el deporte. "Se han analizado las posibilidades económicas de acuerdo a bases empresariales de negocio y ello entre participantes que hablan el mismo idioma", ha afirmado.
Luis Eduardo Cortés cree necesario recordar que el español es un idioma que va a más en el mundo, que avanza sin parar, que capitanea el turismo: "Alrededor de un millón de personas, la mayoría de ellos jóvenes, han venido a España a estudiar español".
Hay que tener la conciencia y la claridad de que tenemos que seguir potenciando el idioma, como se hace en América, y debemos recuperar aquellos puntos donde tiene vigencia y no se debe perder, como ocurre en algunos puntos de África.
En cuanto a conclusiones, Cortes ha señalado que "este foro no se extingue, tiene vocación de permanencia y estudiaremos las fechas de celebración y su posible carácter de itinerancia en España y en otros países".
Uno de los últimos encuentros del Foro ha sido el titulado "La ética de las palabras" y que ha girado en torno al libro de estilo del diario El País.
La filóloga y académica Inés Fernández-Ordoñez ha defendido que mientras que un libro de estilo es parte de una comunidad lingüística privada, la Academia de la Lengua tiene que representar a toda la comunidad hispanohablante.
En su opinión, aunque con algunas diferencias que no son muy destacables, la mayor parte de los periódicos siguen las indicaciones de la Academia contribuyendo con ello a una unidad ortográfica.
"Los libro de estilo marcan un tipo de forma de escribir, mientras que la Academia debe reflejar el uso del idioma", según la académica que ha alertado de que en la versión digital de El País "hay bastantes más errores que en la edición en papel".
Para Alex Grijelmo, editor del Libro de Estilo de El País, "la Academia tiene un ámbito y el libro de estilo otro. Me parece bien, por ejemplo, que contenga gitano con la forma de uso despreciativa que ha tenido en la historia, pero un libro de estilo está en su derecho de no usarla y condenarla".
El escritor Juan José Millás ha comentado que él sabe jugar "pero no se las reglas. Lo que a mi me preocupa es el deterioro del lenguaje por causas diversas. Me preocupa que perdamos de vista que un periódico debe ser un modo de representación de la realidad".
En su opinión, el periodista trabaja con los mismos instrumentos que un escritor cuando escribe una novela. "En el discurso literatura y periodismo, la frontera es retórica porque al final lo único que hay que hacer es una buena pieza".
Durante su intervención, Millás defendió que el periódico no es la realidad "y tendría que llevar una frase que lo dijera, porque se trata de una representación de la realidad. El editor propone un recorrido en el periódico desde su propia visión de la realidad".
Finalmente ha defendido que un periódico tiene que estar bien escrito porque sino nos convertimos en lectores de titulares, "lo que en Internet es un peligro todavía mas grande".