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La jota, recluida durante décadas en Aragón y parte de la ribera del Ebro, se presenta ante el resto del mundo con el documental musical "Jota de Saura", del director Carlos Saura, con la que busca la internacionalización que ya consiguió previamente con el flamenco o el fado. Este viernes llega a los cines.

Trabajar con la jota era una "asignatura pendiente" para el director aragonés, reconoce, pero este trabajo tiene una vocación "más amplia", más allá de la dimensión folclórica tradicional, con la intención de buscar la relación con otras tradiciones musicales más lejanas emparentadas con ella, como las alegrías de Cádiz, el legado de los autores clásicos que se valieron de estos ritmos y hasta una sorprendente jota gallega.

En el proyecto, además de artistas locales como el bailador Miguel Ángel Berna, los cantadores Beatriz Bernad y Nacho del Río o las cantautoras Carmen París y María José Hernández, aparecen en la cinta varias figuras nacionales e internacionales.

Así, la bailaora Sara Baras ejemplifica en una enérgica danza junto a Berna la fusión de la jota y el flamenco, el violinista Ara Malikian hace suya la incursión en el género de Pablo Sarasate, el gaitero Carlos Núñez pone música a una jota gallega, y el guitarrista clásico Juan Manuel Cañizares adapta una composición de Francisco Tárrega.

También hay espacio para el homenaje a célebres figuras en las que este cante y baile se vieron encarnados, como Imperio Argentina en "Nobleza baturra"; Francisco Rabal, que se atrevió con el género en "Goya en Burdeos", dirigida también por Saura, y el cantautor José Antonio Labordeta como estandarte de Aragón en uno de los momentos más emocionantes de la película.

Es precisamente este momento, con la canción "Rosa rosae", que evoca la educación en una época de "negritud y oscuridad" como la posguerra mientras el espectador asiste a una proyección de cruentas imágenes de la Guerra Civil, el único que se aleja del género que da título al filme. De hecho, Saura reconoce: "No es jota, pero Labordeta es Aragón".

Sobre el comienzo del proyecto, Saura admite que sabía "muy poquito" de la jota hasta que Miguel Ángel Berna o el compositor aragonés Alberto Artigas le alumbraron el camino y se dio cuenta de que esta tradición es "mucho más abierta de lo que se dice". "Mi madre y mi hermana bailaban la jota y siempre pensé que era algo mágico, un ritmo precioso", recuerda.

Además de abrir el género, Saura invita a que se baile en público, demostrando no solo que es un ritmo "relativamente fácil", sino que se puede huir de los aparatosos trajes y faldones tradicionales y disfrutar de él "con unos pantalones vaqueros y una camisa" o con cualquier vestuario, como aparece a lo largo de la cinta.

Demuestra también, como ya hicieron otros genios de la zona como Goya o Buñuel, que "Aragón es un país bárbaro", pero de una barbarie "refinada". Asimismo, espera que se repita ahora con la jota la que considera su mayor satisfacción, que ha sido la difusión en el mundo entero de distintas tradiciones folclóricas y su vocación de futuro, como ocurrió con el flamenco.

"Jota de Saura" está producida por Movistar+, Tresmonstruos Media y Tresmonstruos PC, con el apoyo de Aragón TV, el Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Zaragoza, con el "hándicap" de que el Ministerio de Cultura les ha dejado "tirados" con la subvención "haciendo una lectura contraria a la ley" que esperan resolver, ha explicado el productor Leslie Calvo.