Esta vez el novio es Stu y el escenario escogido para la ceremonia es un complejo hotelero en la costa de Tailandia. Stu no quiere riesgos, así que prepara un brunch para despedirse de la soltería. Pero lo que empezó como un plan planificado y controlado terminó como en Las Vegas.
A la mañana siguiente el hermano de su prometida ha desaparecido y amanecen en la parte más sórdida de Bangkok. Los desmadres de Las Vegas se han reproducido aunque en esta ocasión se han trasladado al extremo oriente.
Todd Phillips ha vuelto a idear una suerte de thriller desenfrenado en el que los cuatro protagonistas habrán de averiguar lo que ocurrió la noche anterior. La película la vuelven a protagonizar Bradley Cooper, Ed Helms, y Zack Galifianakis. Fuera del sórdido Bangkok queda Justin Bartha que permanece junto a la novia en la costa de Tailandia.
Para el director y los actores rodar en Tailandia fue todo un reto, no sólo por la complejidad técnica de una película, sino por el choque cultural que representa una ciudad en la que cualquier perversión es posible.
