La sala 'Antonio Bienvenida' de la plaza de toros de Las Ventas acoge hasta el 26 de mayo la exposición fotográfica 'Mitos de Cano', una muestra que rinde homenaje al centenario fotógrafo taurino Francisco Cano, conocido como 'Canito'.
La exposición ha sido inaugurada este lunes por el consejero de Presidencia, Justicia y portavoz del Gobierno regional, en calidad de presidente del Consejo de Asuntos Taurinos, Salvador Victoria, que ha estado acompañado de la consejera de Empleo, Turismo y Cultura, Ana Isabel Mariño.
La muestra la componen 37 fotografías tomadas en distintos escenarios y plazas de toros de España en los últimos cincuenta años y dedica un capítulo especial a la tarde del 28 de agosto de 1947, en la que Manuel Rodríguez 'Manolete', perdió la vida trágicamente, y cuyas fotografías dieron la vuelta al mundo.
"ACERCAR EL ARTE A LOS MADRILEÑOS"
Las fotografías son un resumen de más de 60 años de profesión de Francisco Cano, en los cuales logró captar más de dos millones de instantáneas que han recogido no sólo escenas taurinas, sino también distintos acontecimientos sociales de la España del último medio siglo, y la atracción que por España han sentido personalidades como Ernest Hemingway, Sofía Loren, Orson Wells, Gary Cooper, Charlton Heston o Ava Gardner.
Victoria ha señalado que con esta muestra, la Comunidad de Madrid "quiere conmemorar los 100 años de Francisco Cano y acercar más su arte a todos y cada uno de los madrileños". "Porque el Gobierno regional es consciente de que el futuro de la Fiesta Nacional pasa por reconocer la importancia que tienen los toros en nuestra sociedad y en nuestra cultura", ha añadido.
"Estamos convencidos de que hacerlo es proteger una parte muy importante de la cultura española y por eso, de forma pionera, en abril de 2011 declaramos la fiesta de los toros Bien de Interés Cultural", ha apuntado.
DE FAMILIA TAURINA
Francisco Cano nació en Alicante el 18 de diciembre de 1912 en el seno de una familia cuyo padre había sido novillero actuando con el apodo de 'Rejillas', quien enseñó a 'Canito' a dar sus primeros pases a una res que se había escapado del matadero.
Antes de dedicarse a la fotografía, Cano probó fortuna como boxeador con tan sólo 17 años, dentro del peso mosca, pero rápidamente eligió otro camino para escapar de la pobreza y se decidió por el mundo de los toros, lanzándose como espontáneo en una novillada, para posteriormente intervenir como sobresaliente junto a las novilleras las 'Hermanas Palmeño', interviniendo, a continuación, en algunos festejos taurinos por pueblos de la provincia de Alicante.
Durante la Guerra Civil permaneció en Madrid acogido por su amigo Gonzalo Guerra Banderas, que fue su introductor en el mundo de la fotografía. Dejó entonces a un lado sus ilusiones toreras y comenzó a hacer reportajes taurinos sabiéndose conocedor de lo que puede suceder y en qué momento en el ruedo de una plaza.
Poco a poco, Cano fue conociendo a grandes figuras de la tauromaquia como Domingo Ortega, Pepe Luis Vázquez o Luis Miguel Dominguín, y eran estos quienes le encargaban reportajes de sus actuaciones y que él, posteriormente, enviaba a publicaciones como los diarios 'ABC' y 'Marca', y a las revistas taurinas 'El Ruedo' o 'Aplausos', aunque dentro de su profesión a él siempre se le ha considerado un "freelance", porque como Cano ha manifestado en muchas ocasiones "lo que me gustaba era la independencia y la libertad".
Gracias a la estrecha relación que mantenía Cano con Luis Miguel Dominguín, es éste quien le pide que vaya a Linares (Jaén) el 28 de agosto de 1947, donde Luis Miguel iba a alternar con 'Manolete'. Y esa tarde el toro 'Islero', de la ganadería de Miura, hirió de muerte a Manuel Rodríguez y la vida profesional y personal de Cano cambió para siempre, ya que fue sólo él quién pudo recoger con su cámara los instantes de la trágica cogida y los posteriores en el hospital de Linares.
Las imágenes de Cano retratando el cadáver amortajado de 'Manolete' tuvieron una enorme repercusión en la prensa de todo el mundo.