Los realizadores Samuel Martín Mateos y Andrés Luque vuelven al largometraje con Tiempo sin aire, una historia de amor y venganza que comienza en el horror que sufre Colombia, en este caso, por la violencia de los paramilitares, y que acaba con una puerta abierta a la esperanza.
"Queríamos contar una historia más universal, más de personajes, que fuera más allá del thriller, a pesar de mantener los giros del suspense, pero lo importante -explica Martín Mateos en una entrevista con Efe- era profundizar en las almas".
En la misma charla, Luque abunda que "el amor y la venganza" son las dos condiciones del alma humana que querían contar; en "Agallas" (2009), su anterior película -añade-, los personajes estaban al servicio de la historia. "Aquí necesitábamos algo más".
Ese "algo más" se llama Gonzalo (Carmelo Gómez), un hombre solitario que "tiene una gran necesidad de afecto", explica Luque, y que acaba enamorándose de María (Juana Acosta), una mujer a la que llega a través de su implicación como psicólogo de su hijo, un niño atormentado al que trata de ayudar.
Carmelo Gómez "ha hecho un esfuerzo increíble" para crear la transformación que le pedían. "Era un reto, porque un tipo con su peso y su atractivo tenía que convertirse en un apocado, sin habilidades sociales, con problemas de alcohol y mucha soledad", apunta Luque. "Pero gracias a este personaje, al final hay una luz dentro del horror, gracias a él -desvela Acosta- se da una oportunidad a la vida".
La actriz colombiana, a la que se pidió "interpretación 'nórdica' (contenida)", explican los directores, asegura a Efe que "sabe" de lo que habla porque "también es víctima, como los siete millones de víctimas de Colombia".
"Mis circunstancias familiares me han ayudado a componer a María, y soy madre", apunta Acosta quien, además, habló con trabajadoras sociales y psicólogas que trabajan con las mujeres del conflicto, el punto de vista que más le importaba a la actriz.
Gómez cita a Juan Goytisolo para explicar el desarrollo mental de su personaje: "Mi fracaso es el pendón de mi victoria (...) porque cada vez que ansiamos el éxito y buscamos estar seguros en la vida es cuando empezamos a pegar bandazos (...) Mi personaje lo dice más sencillamente: no tenemos ojos en el cogote -para mirar atrás continuamente- ni somos más de lo que somos".
El actor leonés, que reconoce su desapego por el cine mientras sigue enamorado del verso y del teatro, explica que "Tiempo sin aire" muestra "cómo el dolor lo impregna todo, pero también cómo se puede salir de ahí, y de todos los males, si se tiene voluntad de hacerlo". "Y vuelvo a Goytisolo -enfatiza-: Podemos".
Para la actriz Adriana Ugarte nada de lo que ocurre en la película pasaría "si a los personajes no se les hubiera arrebatado lo más importante de su vida". "Aquí, cada uno se venga a su manera (...) Todos se vengan de la vida porque todos sienten que les han quitado el aire", resume.
Ugarte, que el próximo día 18 comienza el rodaje de "Silencio", con Pedro Almodóvar, interpreta a Vero, una muchacha "un poco choni, muy inocente y muy virgen, como hay miles de chicas viviendo hoy con ilusiones muy diferentes".
"Siempre me había tocado hacer personajes reflexivos, con lucha interior potente a nivel intelectual y quise que este personaje fuera un animal puro, neutro, que reaccionara ante frío, calor, dolor, alegría; más que intuitivo, instintivo", explica a Efe la actriz que se inspiró en el docureality "Princesas de barrio".
Y Félix Gómez defiende a su Iván, el "malo" de la película, porque está convencido de que "no sabe dónde se mete". "Yo le imagino como un cachorro apaleado que tiene cierta tendencia a buscar a sus iguales y acaba metido más allá del infierno". "Tiempo sin aire" se estrena el viernes próximos en cines de toda España.