El delegado de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Fernando Villalonga, ha anunciado que el 15 de septiembre comenzarán una serie de visitas guiadas diarias al Teatro Español, que tienen como objetivo "dar a conocer el gran templo del teatro", tanto a los estudiantes como a los "ciudadanos de a pie".
El delegado ha expresado su deseo de que "acudan muchos colegios y muchos estudiantes". En este sentido, el edil se ha posicionado junto al director de programación de Artes Escénicas de la empresa municipal Madrid Arte y Cultura (MACSA), Natalio Grueso, que ha dicho que "la idea de las visitas es mostrar el compromiso del Español con la educación".
Grueso ha explicado que quiere "abrirse el teatro a los colegios" pero también "al ciudadano de a pie", por lo que, "se abrirán las puertas del español", para que desde la plaza de Santa Ana se pueda contemplar la entrada y visitar la cafetería, así como pedir información sobre cualquier obra teatral de la ciudad.
EL RECORRIDO POR LAS "TRIPAS DEL ESPAÑOL"
El recorrido comenzará en el hall principal de entrada con una introducción a la historia del teatro, para seguir en el escenario, desde el cual los visitantes se convierten en actores al contemplar, con la subida del telón, 740 butacas frente a ellos.
Además, la sala, en la que se representó hace 429 años la primera obra del Español (un auto sacramental), cuenta con cuatro ventanas en la parte trasera del techo que, antiguamente, daban a la 'sala de los curillas', en la que los sacerdotes se escondían para poder observar y censurar las obras.
Tras visitar el escenario, los invitados podrán meterse en "las tripas del español", es decir, en los telares, que son la zona en la que los maquinistas suben y bajan los 'trastos' para hacer aparecer y desaparecer la escenografía.
A continuación, el Salón de Té nos muestra una de las mayores curiosidades del teatro: un reloj-ascensor por el que se trasladaba la comida desde el bar de la planta baja a la sala en la que descansaban los espectadores.
Los invitados podrán contemplar el Salón Tirso de Molina, llamado así por la escultura del dramaturgo en el centro de la habitación, y que en otra época se usaba como el lugar de recepción de los familiares de la Primera Actriz.
Además, los visitantes podrán disfrutar de una vista privilegiada del escenario desde el Palco del Rey, donde se sitúa también un ascensor que los monarcas utilizaban para ascender directamente desde la calle Prado hasta su palco.
Los invitados podrán introducirse en el emblemático Parnasillo, hasta poco utilizado como almacén, y que era el lugar de reunión de grandes dramaturgos y directores, como Valle-Incán que reunía allí a su compañía para realizar las primeras lecturas de 'Noches de Bohemia'.
Tras recorrer el pasillo de los camerinos y visitar la Sala Pequeña, los visitantes dejarán atrás un teatro que, aunque ha sufrido varios incendios y reformas, continúa siendo, más de cuatrocientos años después, "un referente en las artes escénicas del