Revolución en el mundo del comic. Superman quiere dejar de ser estadounidense. El personaje, símbolo de la fortaleza y protección de la nación de las barras y estrellas, está cansado de que el gobierno de turno use sus actos como un instrumento político.
"Quiero hablar en las Naciones Unidas mañana e informarles de que renuncio a mi ciudadanía estadounidense. Estoy cansado de que mis acciones se interpreten como instrumentos de la política de los Estados Unidos". Así habla el Hombre de Acero en el último número, el 900, de la franquicia de DC Comics titulado El incidente.
Una historieta, dibujada por el español Miguel Sepúlveda, está escrita por David S. Goyer, guionista de las dos últimas películas de Batman dirigidas por Christopher Nolan. Goyer será también autor del libreto de la próxima cinta de Superman, dirigida por Zack Snyder.
La andanada de Clark Kent ante el consejero de seguridad de la Casa Blanca llega a raíz de su participación en una manifestación pacífica en Teherán contra el régimen de Mahmud Ahmadineyad. Una presencia que el Gobierno iraní entiende como un acto de guerra de los Estados Unidos y que podrían tener consecuencias terribles.
"Permanecí 24 horas en la Plaza de Azadi. No me moví ni hablé. Sólo me quedé ahí", se defiende Superman ante el dirigente estadounidense. Harto de que se le considere un instrumento de la política de la Casa Blanca el superhéroe estalla: "La verdad, la justicia y los valores estadounidenses, ya no son suficiente. El mundo es demasiado pequeño, está muy conectado".
La renuncia a su país de adopción -no olvidemos que Superman un 'inmigrante alienígena' venido de Kripton- es la última vuelta de tuerca que la editorial le ha querido dar al personaje. Desde que en 1938 fuera creado por Jerry Siegel y Joe Schuster el personaje ha vivido en universos paralelos, ha perdido sus poderes, se ha casado con Lois Lane, ha tenido un hijo e incluso murió una vez en manos del villano Doomsday.