Han recorrido casi 30 países con una propuesta poco frecuente en nuestros escenarios: El teatro de máscaras. Sin diálogo, sólo con música y gestos. La compañía Kulunka regresa al Teatro Fernán Gómez con su segundo montaje, titulado 'Solitudes'. Donde exploran de nuevo el universo de los ancianos y la soledad.
Tres actores para 15 personajes y 18 máscaras. Todo un frenesí entre bambalinas para una puesta en escena falsamente minimalista. Las máscaras reflejan más de lo que se espera en una dramaturgia arriesgada, de presunta economía gestual y sin diálogos.
La compañía vasca KULUNKA regresa al escenario de la Plaza de Colón tras el éxito de 'Andrea y Dorine', una tragicomedia sobre el alzhéimer. En 'Solitudes' el protagonista es un anciano que, tras perder a su mujer, ya solo espera el final de su existencia ante la incomprensión de sus seres queridos. Donde los objetos, como elementos poéticos y metafóricos, cobran un especial protagonismo.
Confundir la ayuda con la compañía, ese es el drama de los enmascarados personajes de Solitudes.