Los Rolling Stones, uno de los grupos de rock más veteranos del mundo, aparecieron hoy rejuvenecidos en su sensacional debut en el festival de música de Glastonbury, donde revolucionaron a la multitud con su contagiosa energía y muchos de sus temas clásicos.
Decenas de miles de personas se abarrotaron en el escenario central, la Pirámide, para ver a los incombustibles roqueros, que, con una media de edad de 69 años, hoy demostraron que tienen cuerda para rato.
El cuarteto, encabezado por "Sir" Mick Jagger con una chaqueta verde de lentejuelas, saltó al escenario sobre las 8.40 GMT al trepidante ritmo de "Jumping Jack Flash".
"Es genial estar aquí haciendo este concierto, en este festival", dijo Jagger tras interpretar "It's only Rock N'Roll (but I like it)", otro de los temas que enloqueció a la audiencia.
"Después de todos estos años, finalmente nos han invitado", bromeó, a lo que Charlie Watts replicó con un repique de tambores.
Otros temas del concierto, de unas 2,15 horas de duración -de las cuales los Stones solo permitieron que una hora se retransmitiera por televisión-, fueron "Paint it black" y "Glastonbury girl", un número folk compuesto para la ocasión.
"Wild horses" y "Doom and gloom" -que sacaron el año pasado- también figuraron en la actuación, presenciada en primera línea por famosos británicos como la modelo Kate Moss y su esposo Jamie Hince, la diseñadora Stella McCartney, el futbolista Wayne Rooney y su mujer Colleen y la modelo Lily Cole.
Para su primera aparición en Glastonbury en 50 años de carrera, los Stones prepararon un macroespectáculo con un ave Fénix sobre el escenario y que arrancó con fuegos artificiales.
Pese a haber recorrido el mundo varias veces, el grupo británico nunca antes habían tocado en el mayor festival de música del Reino Unido, simplemente porque, según explicó ayer Keith Richards, "no coincidió".
"Es como un agujero negro en el espacio o algo así, pero esta vez nos metemos dentro", apuntó el guitarrista, que también toca el bajo y hace los coros en la famosa banda inglesa.
Antes de la actuación, los asistentes a Glastonbury -para el que se han vendido 135.000 entradas y que concluye mañana- comenzaron a calentar motores comprando camisetas y caretas de los Stones, cuya música pudo escucharse además repetidamente en los bares y diferentes escenarios del recinto.
La fiebre que suscitó el concierto del grupo no hizo más que avivarse cuando Jagger, Richards, el batería Charlie Watts y el guitarrista y bajista Ronnie Wood hicieron finalmente acto de presencia sobre el escenario, donde fueron aclamados por una multitud consciente de estar viviendo un momento histórico.
El primer concierto de los Rolling Stones en Glastonbury desde su su fundación como grupo en 1962, superaba incluso al de otros cabeza de cartel como los Artic Monkeys -una de las bandas más populares-, que deleitaron a sus fans la víspera, cuando se inauguró el festival.
Otros participantes este año fueron Mumford & Sons, Public Enemy y Chase & Status -que tocaron al mismo tiempo que "sus satánicas majestades"-, Elvis Costello -que interpretó una canción anti-Thatcher- y Primal Scream, además del exOasis Liam Gallagher, que apareció el viernes sin anunciar con su nueva banda Beady Eyes.
Otros músicos invitados son Dizzee Rascal, Rita Ora, Skrillex y la revelación del este de Londres Rudimental, además de Solange Knowles, cuya hermana Beyoncé fue la principal atracción en la edición anterior.
Tras pasar por Glastonbury, los Rolling Stones, que en otoño publicaron el disco recopilatorio "GRRR!", actuarán el 6 y el 13 de julio en el Hyde Park londinense, donde no tocan desde 1969, en un esperado concierto con el que estrenarán la gira "50 and Counting".
A quienes dicen que los Stones están mayores para subirse a un escenario, el cuarteto, que revolucionó el panorama musical en los años 60 y 70, demostró hoy que sigue dispuesto a dar guerra.
"Va muy bien para la salud tocar rock & roll en una banda de vida limpia como los Rolling Stones. Deberíais probarlo, es mejor que ir a la iglesia", dijo ayer Keith Richards a la BBC.
Sobre el secreto de la larga duración del grupo, Richards bromeó que es solo "la determinación de sobrevivir a todos los demás".