La mujer latina "tiene más sentido de la vida" que otras, algo "perfecto" para las atrevidas creaciones de Philip Treacy, el diseñador irlandés de sombreros cuyos tocados lucen Kate Middleton, Sarah Jessica Parker o Madonna.
A las mujeres españolas "les gusta vestir bien y, aunque no hay un estilo específico para las latinas, les gusta ser las más guapas", por ello "yo intento que luzcan lo mejor posible", dijo hoy a Efe el diseñador en Madrid, quien reveló que cuenta con muchas clientas españolas.
Treacy reconoce que en España y Latinoamérica el uso del sombrero no está tan extendido como en el Reino Unido, "¡por eso, estoy hoy aquí!", recordó el creador, que quiere "animar a pensar en los sombreros", y que ha viajado a Madrid con la primera retrospectiva de su trabajo, abierto al público desde mañana y hasta el domingo próximo, en una sala de la Fundación Carlos de Amberes, de Madrid.
Treinta piezas de alta costura y de sofisticados diseños componen esta muestra, una variedad de sus pamelas y tocados más arquitectónicos y transgresores que han lucido Naomi Campbell, Lady Gaga, Stella Tennant, Daphne Guiness o Grace Jones.
Como el "Sombrero Picasso" de satén con plumas, diseñado para la London Fashion Week de 1994, o una pieza de terciopelo rosa, con plumas y cristales de Swarovsky que forman una gran circunferencia y cuya silueta, como en otros diseños, "se inspira en la naturaleza y en sus movimientos que fluyen".
Las vitrinas de la sala muestran también una pamela de crin natural que recuerda a un velo de monja futurista y que fue utilizado por una novia en su boda, así como un tocado fucsia confeccionado con tecnología de impresión 3D, que una clienta lució en la boda real del príncipe William y Kate Middleton.
La actriz Sarah Jessica Parker utilizó el modelo "Black Swirl" en la Melbourne Cup Race el año pasado, un satén estampado negro con tejido sinamay, mientras que "Chinese wedding hat" es una creación conjunta de Treacy y el diseñador Alexander McQueen, con la que rindieron tributo a la estilista británica y gran amiga Isabella Blow, que se quitó la vida en 2007.
Para ella siempre guarda sus mejores palabras, también las más divertidas: "¡Se ponía sombreros en cualquier momento!", sonríe no sin cierta nostalgia, "los utilizaba a las 9 de la mañana en el autobús o en el metro".
Tracey describe el sombrero como el "más glamuroso accesorio de moda", por ello, dice, "trasciende culturas", y su uso no es cuestión de dinero, subraya, "lo importante no es que sea o no caro, sino el sentimiento" que produce llevarlo, porque "es un alimento para el alma, se trata de sentirse bien".
"La actitud" es lo importante cuando se lleva este complemento, aseguró, puedes ser muy pobre y lucir fantástico con un tocado, y este tocado puede ser barato también".
Porque "los sombreros son para todo el mundo", afirmó el diseñador, quien no cree en la exclusividad y tiene una "aproximación muy democrática a la moda". Vestir bien "no es para unos pocos elegidos, no se trata de dinero sino de un sentimiento", dijo.
En esa sensación casi mística radica para Treacy la magia de llevar sombreros: "El secreto y el poder de un tocado reside aquí", explicó mientras se lleva la mano al corazón. Una mano en la que siempre porta un dedal, es su anillo particular.
El diseñador se siente "muy afortunado por crear tendencias", pero no sigue ninguna ni cree en el protocolo, que dicta que un tocado es un complemento para el día y su portador no puede despojarse de él alegremente.
Pero para el diseñador "los sombreros son un objeto precioso" y lo importante es "sentirse bien".