Peris Romano, director de series televisivas como "Yo soy Bea" o "La sopa boba" y responsable a medias con Rodrigo Sorogoyen de "8 citas" (2008), toma el relevo de la nueva comedia española con una cinta coral "testada con público" que terminará de rodar este sábado y estará en las salas en 2015.
Esta "dramedia", como la ha bautizado Romano, nació como guion de cine, pero la crisis le hizo pensar que "antes de quemarlo de productora en productora podía darle una oportunidad como obra de teatro".
Y así fue, explica en una entrevista con Efe, que de las seis semanas iniciales de su puesta en escena, la obra se prolongó dos años, "y lo que aún le queda". Este "ruido", explica Romano, alertó a los productores -José Frade, Producciones Cinematográficas y Televisión Española- y se pudo rodar.
"Estoy muy contento, porque esta experiencia me ha permitido además de ensayar y ver qué funciona y que no, testarla con el público y llegar a la película con una tranquilidad absoluta, sobre todo porque está muy trabajado y, en ese sentido -apunta- es un rodaje un poco atípico".
Le acompañamos al equipo de rodaje en una jornada que transcurrió en un espectacular dúplex de lujo, situado en plena Gran Vía, donde dos de las parejas de la historia se encuentran momentáneamente.
La obra está estructurada a modo de piezas sueltas que no respetan una cronología temporal, sino que "son escenas independientes que llegan al público como un puzzle que se resuelve con la pieza final", adelanta el director, quien está seguro de que los espectadores de la obra de teatro no se sentirán defraudados.
Repiten en la película el guapísimo Beltrán de la Cueva de la serie de televisión "Isabel", William Miller, y el actor de "Vaya semanita" Gorka Ochoa.
El resto no estuvo en el teatro, explica: Eduardo Noriega, Inma Cuesta, Alexandra Jiménez, Andrea Duro y María León, y a destacar, dice Romano, que todos cantan,
"Canté en 'Cha cha chá', hace años -recuerda el protagonista de 'Tesis'- y nunca había tenido oportunidad de cantar", aunque Noriega defiende que su personaje utilice las canciones "casi como una voz interior".
"Es la historia de seis personajes que de una manera u otra están relacionados a lo largo de cuatro años de sus vidas en los que viven momentos capitales donde una decisión determinada no les afectó solo a ellos, sino a los demás, una especie de efecto dominó", señala Romano.
Las películas, "al final, por mucho que cambies el envoltorio, siempre van de relaciones humanas, eso es inamovible en todos los cuentos", apunta Noriega, que interpreta a Pablo, una persona "un poco atormentada, al que aparentemente todo le va bien, pero no está contento consigo mismo y eso hace que contamine sus relaciones".
Inma Cuesta es Mara, una mujer "independiente, con carácter, que quizá a veces duda mucho, porque sabe lo que no quiere, pero no siempre lo que quiere, y eso desespera un poco", indica a Efe.
Acaba de terminar "un dramón", dice, "La novia", segunda película de Paula Ortíz basada en las "Bodas de sangre" de Lorca, y pronto volverá a su "Margarita", de Águila Roja.
"Es un retrato generacional sobre las relaciones personales, de pareja, de amigos, lo que nos pasa a las personas", resume la protagonista de "La voz dormida".
Por su parte, Jiménez, que está sumergida en otros tres rodajes, "Anacleto, agente secreto", "Embarazados" y "Requisitos para ser una persona normal" -"los voy preparando todos a la vez"-, opina que "Los miércoles no existen" cambia mucho del teatro al cine.
"La dimensión es muy diferente (...), pero la esencia es la misma, el texto, por ejemplo, es el mismo".
Jiménez es Irene, una mujer que pretende tener todo muy controlado en su vida y que todo lo que imagina como perfecto se traduzca en su vida así, pero si no lo consigue, tapa y tapa...hasta que ya no se puede tapar más".