Pasión por la lectura, en el Retiro, y por los debates y las tertulias en los cafés de Madrid.
Las famosas tertulias del siglo XIX sobreviven bien en locales con mucha historia o en modernas librerías que se adaptan a los nuevos tiempos.
Uno de los rasgos más reveladores del proceso de cambio político, económico y social que se vivió en la España del siglo XIX, fue el de las transformaciones urbanas, cuyo reflejo puede observarse en los ensanches. Las ciudades más importantes del país, como Madrid y Barcelona, comenzaban a sentir la crisis derivada de sus condiciones urbanas manifestadas en una densidad de urbanización y de poblamiento, problemas de viviendas y especulación del suelo, e insalubridad de sus condiciones de vida traducidas en epidemias periódicas de fiebre amarilla y cólera. Una crisis que como indica Alvarez Mora(1), era consecuencia, no tanto de la industrialización del país que se estaba llevando a cabo, principalmente, en la periferia peninsular, sino más bien del conflicto que afectaba al agro español y que obligó a emigrar a una gran masa de labradores hacia las ciudades