Beatriz Rodríguez.
Madrid, 21 nov (EFE).- Mientras las hojas visten la ciudad con alfombras de otoño, la lana llega como prenda estrella para combatir el frío de la forma más sostenible, tradicional y natural, y lo hace en la Semana de la Lana con instalaciones tejidas con esta fibra que han inundado las aceras con divertidas figuras y ovejas de verdad.
"La lana está de moda y lo mejor de ella es que es un material duradero", algo muy importante "en un momento en que la gente cuida el bolsillo", asegura a EFEstilo John Thorley, presidente internacional de la Campaña por la Lana, ante un pequeño rebaño situado frente a las boutiques de la madrileña calle de Serrano.
Su organización promueve esta iniciativa internacional apoyada por el Príncipe de Gales, que en España se traduce en la segunda edición de esta semana dedicada a la lana, que entre hoy y el sábado adorna el céntrico barrio de Salamanca con figuras alegóricas de las cuatro estaciones.
"Intentamos elevar el perfil de la industria lanar, en declive en los últimos treinta años", lamenta, por eso admite que la internacionalización de este proyecto que comenzó en Reino Unido está siendo un "éxito" que permite el "desarrollo y unificación de este negocio en todo el mundo".
La ciudad acoge nueve instalaciones tejidas con lana, cuyas figuras se pueden tocar: flores y verduras en un mercadillo callejero; una ballena sumergiéndose en el mar junto a peces y pulpos, muy cerca de una playa con su sombrilla, toalla y salvavidas; calabazas, ardillas comiendo bellotas y setas, o un majestuoso muñeco de nieve y bastoncillos de caramelo.
Sentada cerca de caracoles, troncos de madera y un búho tejidos en tonos marrones y rojizos, la directora en España de Campaña por la Lana, Dolores Naharro, reconoce que "el objetivo principal es concienciar sobre los beneficios naturales de la lana", una fibra natural, renovable y amiga del medio ambiente".
Una causa a la que este año se han unido los seguidores del movimiento "urban kitting", que conforman "tejedores urbanos que adornan el mobiliario urbano para decorar y alegrar la calle, y que suelen hacer de forma espontánea", explica Naharro sobre este fenómeno que viste de lana árboles, estatuas y fachadas en ciudades del mundo.
Se trata de intervenciones anónimas porque se consideran acciones ilegales, lo que les obliga a actuar de noche y sorprender a los viandantes cuando la ciudad despierta, pero las ingeniosas instalaciones de esta segunda Semana de la Lana se han elaborado con total libertad y espíritu de equipo, asegura Naharro.
Aunque se teje "desde hace millones de años, la lana es una fibra moderna e inteligente que nos protege en invierno pero nos mantiene frescos en verano, además es un aislante sonoro", recuerda.
Pero la mayor virtud es que, para obtenerla, "lo único que se necesita es agua, hierba y sol", el entorno perfecto para las ovejas.
La iniciativa cuenta además con actividades didácticas, en las que "se pueden conocer las diferentes fases por las que pasa la lana desde que se esquila la oveja hasta que se convierte en una prenda", cuenta. Pasos en los que se separan los diferentes tipos de lana y se hilan para, después, tejer.
Completan la agenda de este encuentro una exposición fotográfica distribuida por varios establecimientos de la zona y la "Wool Parade", una "performance" callejera que aúna propuestas de moda de diseñadores españoles que trabajan con lana, entre ellos Roberto Verino, Amaya Arzuaga, Ion Fiz, Victorio y Lucchino, Miguel Palacios, Moisés Nieto y María Barros. EFE