Muere el actor Larry Hagman, el malvado J.R. en la serie de TV "Dallas"

  • El actor murió debido a las complicaciones surgidas en su batalla contra el cáncer
  • Un icono de la pequeña pantalla y arquetipo del supervillano y del antihéroe americano

El actor texano Larry Hagman, que se hizo famoso por su papel de J.R. Ewing, en la serie televisiva "Dallas", fallece a los 81 años, en un hospital de esa ciudad de Texas, según informó el diario DallasNews.

El actor murió a las 4.20 hora local debido a las complicaciones surgidas en su batalla contra el cáncer, indicaron miembros de la familia, citados por el periódico.

En el momento de su fallecimiento, que ha coincidido con la celebración de la fiesta de Thanksgiving, la familia y los amigos más cercanos se encontraban junto a él, según precisó un comunicado familiar.

"Cuando expiró estaba rodeado de sus seres queridos. Se ha ido tranquilamente, como él había deseado", añade la nota en la que la familia pide que se respete la intimidad en estos momentos.

Larry Hagman, nacido el 21 de septiembre de 1931, en Forth Worth (Texas), se hizo mundialmente famoso por su papel central como John Ross Ewing, más conocido como "J.R.", en la serie de televisión "Dallas", en la que encarnaba a un hombre de negocios sin escrúpulos, malicioso y manipulador.

El actor estaba casado desde 1954 con la decoradora sueca Maj Axelsson, con quien tenía un hijo y una hija.

En su comunicado, la familia del actor destacó hoy que "Larry había vuelto a su querida Dallas para recrear el papel que más había amado".

Desde el 13 de junio pasado, a pesar de la edad, había vuelto a dar vida a J.R. para la nueva serie "Dallas 2.0", producida por la cadena de televisión por cable TNT.

UN ICONO DE LA PEQUEÑA PANTALLA

De verdadero nombre Lawrence Hageman, nació el 21 de septiembre de 1931 en Fort Worth, a unos 40 kilómetros de Dallas. En sus memorias, su madre, la famosa artista teatral Mary Martin confesó: “Cuando nació, mi 1ª impresión fue de terror.”

Sólo tenía diecisiete años y la gran ilusión de su vida era convertirse en una estrella. Su padre Ben Hageman era un abogado tejano, pero ella sólo estaba interesada en su carrera, así que su matrimonio fue un fracaso y se divorciaron cuando el pequeño tenía cinco años: a los catorce, ya había pasado por dieciséis escuelas distintas. Esta época fue muy difícil para Larry, que estaba resentido con su madre por dar prioridad a su carrera: Mary pasaba la mayor parte de su tiempo en las audiciones y, cuando Larry cumplió ocho años, se casó con Richard Halliday. Pero el niño no se llevaba bien con él y fue a vivir con sus abuelos. A los catorce años, fue enviado con su padre a la pequeña localidad de Weatherford:

“Me empleé en la Weatherford Oil, trabajando con mis propias manos, mientras una máquina hacía lo mismo que yo, un millón de veces más rápido. Embalaba heno, manejaba un martillo neumático...”

Cuando se graduó en el Bard College de N.Y., siguió los pasos de su madre en el mundo del espectáculo, primero en el Margo Jones Theatre-in-the-Round de Dallas. Luego, apareció en el montaje de “La fierecilla domada” que puso en escena el N.Y.C. Center y pasó un año actuando en teatros regionales. Su madre iba a empezar una gira con el musical Annie Get Your Gun y les pidió a Larry y a su hermana Heller que participaran en la obra. Su padre le propuso después ir a estudiar Derecho en la universidad, pero le atraía más la profesión de actor.

En 1948, su madre le regaló un pasaje para Suecia y pasó dos meses en Estocolmo. En vista de que no conseguía hacer carrera con el joven, decidió llevárselo a Europa, e iniciarle en el teatro. En Londres, Larry debutó en una versión de South Pacific montada en un teatro del West End y protagonizada por su madre, que se representó durante cinco años. Él tenía diecinueve y, tras aquel éxito, volvió al año siguiente para trabajar en una revista estrenada en el teatro Leicester. Por aquella época, no se llevaba muy bien con su madre y se trasladó a vivir al apartamento de su amigo Ted Flicker, donde conoció a la que habría de ser su esposa, Maj Axelsson, nacida en Suecia y tres años mayor que él.

Cuando contrajeron matrimonio, Larry no tenía dinero, mientras que ella ya era una diseñadora de modas de éxito. Entonces se alistó en las Fuerzas Aéreas y, aunque sólo tenía la graduación de cabo, durante cuatro años produjo, dirigió y actuó en muchos espectáculos destinados a los soldados en el frente. La vida no fue fácil al principio para la joven pareja, ya que a Larry le costaba conseguir trabajo como actor, incluso con la influencia de su madre, así que se fueron a Brasil para hacerse cargo de una extensa finca que Mary había comprado. La desgraciada infancia de Larry tuvo una consecuencia positiva: ambos cónyuges se prometieron que sus hijos nunca pasarían por lo mismo.

En los años siguientes fue deambulando de obra en obra y de serie en serie: en teatro hizo "Once Around the Block", "Career", "Comes A Day", "A Priest in the House" y otras. MAJ se quedó embarazada por primera vez en 1958 y Larry estaba entonces sin trabajo, pero conocía sus responsabilidades hacia su familia. Su carrera en TV comenzó en 1961 con una serie de apariciones en programas como "The Alcoa Hour". A continuación, intervino en el serial diario “The Edge Of Night" durante dos años, y aceptó, aunque no de muy buen grado, el papel del astronauta Tony Nelson en la serie televisiva “Mi Bella Genio”. Después de interpretar durante cinco años el mismo papel, sufrió una grave crisis nerviosa, motivada por el esfuerzo de “intentar hacer el mejor programa del mundo, en lugar de aceptarlo como la comedia ligera que era”, según confesión del propio Hagman.

Por fin, un día le ofrecieron el guión de DALLAS. Cansado de leer argumentos parecidos, se lo entregó a su mujer y fue ella quien le dijo: “Aquí está el papel definitivo para tu carrera.” En un principio, discutió con los productores en tres ocasiones sobre el sueldo que iba a recibir, pero finalmente, llegaron a un acuerdo y, en cuestión de días, empezó a dar vida a J.R. EWING. Uno de los impulsos que le llevó a aceptar el rol fue la oportunidad de trabajar con BARBARA BEL GEDDES.

Su intervención en Dallas no sólo le convirtió en una de las figuras más populares de la TV mundial, sino también en el actor televisivo mejor pagado de la historia: en 1984, cobraba 125.000 dólares por cada episodio. Ese mismo año, LARRY fue galardonado con una estrella en la que va inscrito su nombre, en el conocido Walk of Fame de Hollywood. El anagrama fue colocado entre el de Dick Powell y el de su propia madre. El maquiavélico J.R. le proporcionó popularidad, seguridad económica y miedo a las personas que le identificaban con el odiado J.R., por lo que se vio obligado a aumentar las medidas de seguridad en sus apariciones públicas.

Después de treinta años de profesión, Larry Hagman consiguió estabilidad y reconocimiento, a través de un personaje negativo y poseedor de casi todos los defectos humanos. Ya recuperado de un trasplante de hígado efectuado en julio de 1995, continuó haciendo campaña a favor de la donación de órganos y la energía solar y en contra del tabaco. Tras un par de breves apariciones en películas como Nixon y Primary Colors, y en los 2 telefilmes continuación de DALLAS, recientemente su carrera se había reavivado, con apariciones secundarias en series como la española "Somos cómplices", "Mujeres desesperadas" y la continuación de "Dallas" que produce la TNT:

“J.R. fue el papel de mi vida. ¿Qué iba a hacer después? Además, aquella era mi familia. Tenía a mi familia real, con mi esposa MAJ, y tenía a la familia EWING, y las quería a ambas.”

Larry Hagman falleció a las 4.20 horas de la tarde del viernes día 22 de noviembre de 2012, rodeado de su familia y sus compañeros Patrick y Linda, a causa de complicaciones del cáncer que padecía.

GRACIAS, LARRY

Larry es un ejemplo a seguir en muchos sentidos: no dejó que sus enfermedades le hundieran, siguió aceptando papeles menores después de "Dallas", reconoció sus errores y adicciones, luchó decididamente para que se le valorara como actor (poniendo en peligro su permanencia en "Dallas" después del disparo con JR), era fiel amigo de sus amigos y respetado por la inmensa mayoría de sus colegas actores.

Además, desde que terminó la serie dijo lo que pensaba cada vez que le ponían un micrófono delante, sin importarle que resultase nocivo para su carrera. Lástima que no nos dejase un buen libro de memorias, porque su "Hello, darlin´" es bastante mediocre incluso para nosotros, los fans de "Dallas".

Gracias, querido, Larry, por casi 35 años de cómplices travesuras en la piel de JR. Tu malévola sonrisa perdurará en la memoria del público.