Triste, tras los atentados del 11-M, resistente, en la Guerra Civil, exultante, entre los acordes de La Movida, indignada, con la juventud del 15-M abarrotando Sol; la ciudad de Madrid es un personaje vivo y así lo narra un libro mediante fragmentos de obras escritas desde 1977 por 154 autores.
"Escrito en el cielo. Madrid imaginada en la literatura 1977-2017" (Alfaguara) ofrece una "selección amplia" de las narraciones sobre la capital hechas a partir de la Transición y, a raíz de la participación de Madrid en la Feria del Libro de Guadalajara (FIL), busca "poner al día" anteriores recopilaciones sobre la huella de la ciudad en las letras hispanas.
Así lo explica en conversación con Efe el escritor Martín Casariego que, junto a su hermano, el diseñador e historiador Antón Casariego y Fernando R. Lafuente, doctor en Filología y secretario de redacción de la Revista de Occidente, ha reunido durante seis meses estos extractos y las fotografías, muchas de ellas históricas, que los acompañan.
Cuando se lee de seguido y gracias a que los fragmentos se ordenan cronológicamente en función de lo narrado, el resultado es una novela donde Madrid es la protagonista y que arranca en el reinado de Alfonso XIII con "El inútil de la familia", de Jorge Edwards, y termina recorriendo los bares de los "jóvenes airados" del 15-M con "La regata", de Manuel Vicent.
Casariego recomienda leerla de esta forma: "vas haciendo un recorrido cronológico, con la construcción de Gran Vía, el asesinato de Canalejas, la república, la guerra, el franquismo, el atentado a Carrero Blanco, la muerte de Franco -y continúa enumerando-, el golpe de Tejero o los atentados del 11-M".
Junto a cada retazo, los tres editores de "Escrito en el cielo" incluyen un párrafo explicativo sobre la novela en la que transcurre, en una edición que cuenta también con fotografías de los archivos de la Agencia Efe, ABC o el Banco Nacional.
Madrid "es una narración" que transcurre en sus cafés, museos y teatros, explica Casaiego, y ésta es otra de las fórmulas que ofrece el libro: "curiosear" desde un mapa los lugares descritos, concentrados sobre todo en el centro, pero que también dejan hueco a la periferia: Aluche ("La trabajadora", Elisa Navarro), el Parque de las Tetas de Vallecas ("El otro barrio", Elvira Lindo) o Santa Eugenia y el Pozo, golpeados por el terrorismo ("El Corrector", Ricardo Menéndez).
También el Metro o el viaducto y "su mala fama" y, por supuesto, un cielo cuyos atardeceres quedan en la memoria de quienes los viven han servido a autores como Chirbes, Delibes, Elvira Lindo, Marta Sanz o Ray Loriga, entre más de 150, para contar la historia de un Madrid "que ha envejecido tan bien que casi ha rejuvenecido", según Casariego.
"Madrid se ha convertido en una ciudad muy moderna, abierta y cosmopolita, que ha mejorado mucho, en muchas cosas el libro da imagen de eso sin querer ocultar cosas feas, como la Cañada Real o las drogas", añade el escritor.
Para los melancólicos, que una ciudad crezca supone también asumir pérdidas como edificios derribados, comercios que han cerrado o rincones que sólo existen en la memoria; "siempre tenemos miedo de que sigan desapareciendo", admite Casariego.
Espacios ya inexistentes como el hotel Florida, sitio de reunión de periodistas extranjeros en la guerra o la discoteca Archy, de la movida, perviven en un libro que hace las veces de declaración de amor a Madrid y sus gentes.