Fabián Brando y Florencia Córmik son actores. El es el más renombrado del país y ella es una completa desconocida. Durante el rodaje de un film inician un fogoso romance que, casi sin noviazgo mediante, termina en casamiento. Durante la luna de miel Florencia se da cuenta de que se casó con un idiota irrecuperable.
Cuando Fabián se entera lo que ella piensa de él, idea un plan que sólo podrá llevar a cabo con la ayuda del guionista de sus películas más exitosas.
Hay títulos que definen claramente a una película. Y películas que justifican esos títulos. Eso sucede con la cinta argentina que el año pasado batió récords de taquilla en su país: "Me casé con un boludo", una comedia romántica, ambientada en el vanidoso mundo del cine, que este viernes se estrena en España.
La cinta fue un éxito en Argentina logrando varios récords de audiencia: Estreno con más salas en la historia del cine nacional, 3° con el mejor estreno en un día, 3° con el mejor estreno en su primer fin de semana, y quedó 2° entre las películas nacionales que más rápido pasaron la marca del millón de espectadores.
Nos lo cuenta para Telemadrid su director, Juan Taratuto. "Boludo" significa también necio o estúpido, según el diccionario de la Real Academia. Algo más que eso. Por lo que productores y distribuidores sopesaron cambiar el contundente título. Pero los autores insistieron. "Hacía mucha gracia el título de la peli -indica el director- la gente se adueñó del título".
Conclusión: más de 2 millones de espectadores en salas argentinas para esta comedia romántica sobre una torpe actriz que se enamora de un vanidoso compañero de reparto. Un actor muy boludo. Famosos y poderosos en la vida real, especialmente el protagonista Adrián Suar. Con suficiente influencia en el producto final de una película de encargo.
Según Taratuto, el secreto del éxito es que el público se identifica con los personajes. Incluido el boludo, suponemos.