La actriz y cantante estadounidense Liza Minnelli apareció hoy en París rebosante de energía y "en plena forma", unas horas antes de regresar a las tablas del mítico teatro francés Olympia, donde en 1969 grabó su cuarto álbum, "Live At The Olympia In Paris".
"Me siento genial", aseguró la artista de 65 años, que recibió esta mañana de las manos del ministro de Cultura francés, François Mitterrand, las insignias de la Orden de la Legión de Honor, la máxima distinción que concede la República Francesa.
Minnelli ya recibió en el pasado el título de "Caballero de la Legión de Honor", un galardón inferior en grado al de "Oficial" que le ha sido otorgado en esta ocasión. "Está progresando", bromeó Mitterrand. La hija del director Vincente Minnelli y de la actriz y cantante Judy Garland, que se encuentra inmersa en una gira europea que acaba a principios de agosto en Monte Carlo, explicó en declaraciones a los medios que "cuando uno envejece, encuentra nuevas distracciones".
"Como artista soy una atleta, y entreno como tal. Uno tiene que ser lo suficientemente fuerte como para concentrarse en hacer lo que quiere, y eso requiere fuerza física", aseguró una Minnelli, visiblemente emocionada por la distinción que le ha concedido el Gobierno francés.
Precisamente, la intérprete de la cinta musical "New York, New York" (1977) junto con Robert de Niro, aseguró que Francia es su "segunda casa".
"Hay una parte de mí que solo esta satisfecha cuando estoy en Francia (...), París es mi país", apostilló, a la vez que recordó sus espectáculos junto con el exponente de la canción francesa Charles Aznavour. Minnelli, que comparte voz con Aznavour en el álbum Dúo, dijo tener "mucha suerte" con las canciones escritas para ella "por tanta gente tan maravillosa". "¡Pensar que si no hubieran sido escritas para mí no existirían, es inaudito!", se exclamó.
Conocida por sus obras filantrópicas y su apoyo a la lucha contra el VIH, Minnelli dijo sentirse "preocupada por la gente que sufre y por lo que se puede hacer" para ayudarles.
