El escritor Javier Marías ha asegurado que no puede aceptar el Premio Nacional de Narrativa que le ha concedido el Ministerio de Cultura por su novela "Los enamoramientos" por su "deseo de ser consecuente" con sus propias decisiones."Hubiera sido una cierta sinvergonzonería aceptar este premio", ha afirmado Javier Marías en un encuentro con la prensa, horas después de que se supiera que había ganado el citado galardón y de que hubiera trascendido también que lo iba a rechazar.
Marías agradece "profundamente la gentileza y la generosidad" de los miembros del jurado -cuya composición desconocía- por haber tenido esta novela "en tanta consideración", pero al ser "un galardón institucional, oficial y estatal, otorgado por el Ministerio de Cultura", no le es posible aceptarlo.
Desde hace "muchos años" Javier Marías, uno de los escritores españoles de mayor prestigio internacional y cuya obra está traducida a más de 40 lenguas, no ha aceptado "ninguna invitación de los Institutos Cervantes, ni del Ministerio de Cultura, ni siquiera de Universidades públicas o de Televisión Española".
"Durante todo ese tiempo he esquivado a las instituciones del Estado, independientemente de qué partido gobernara, y he rechazado toda remuneración que procediera del erario público".
También había dicho en varias ocasiones que "no podría aceptar premio oficial alguno", en el caso de que se lo concedieran, y eso es lo que ha hecho hoy: rechazar uno de los galardones más codiciados por cualquier novelista.
Marías ganó el Nacional de Traducción en 1979, "en la época del presidente Adolfo Suárez, nada menos", y mereció también el Premio de la Comunidad de Madrid en 1998, que sí aceptó.
Su decisión de rechazar los premios oficiales y las invitaciones institucionales la fue madurando "poco a poco" a partir de 1995, cuando lo invitaron a un Salón del Libro en París. Marías fue a invitado por el Ministerio de Cultura francés, pero no le gustó la polémica que surgió en la prensa española sobre qué escritores participaban y qué otros quedaron fuera.
SIN SUBVENCIONES
Detrás de su rechazo a los premios e invitaciones oficiales está el deseo de Marías de que nadie pueda pensar que ha hecho su carrera gracias a subvenciones estatales. Y esa actitud le llevaría también, por supuesto, a rechazar "con más razón" el Premio Cervantes, aunque no cree que haya "ninguna posibilidad" de que se lo concedieran.
¿Ninguna? Marías ha contado hoy que la Real Academia Española lo ha querido proponer como candidato al Cervantes en alguna ocasión, y él les ha pedido a sus compañeros académicos que no lo votaran porque no podría aceptarlo.
También ha rechazado este año otro premio dotado con 15.000 euros, del que no dio más detalles. Pero sí bromeó con el hecho de que, en poco tiempo, ha rehusado 35.000 euros (el Nacional de Narrativa está dotado con 20.000) y quizá eso "no sea muy sensato" en estos tiempos que corren.
Según le dijeron a Marías al llamarlo desde el Ministerio para comunicarle el premio, algún miembro del jurado del Premio Nacional de Narrativa mencionó la posibilidad de que no lo aceptara, pero, opinó Marías, el jurado debió de pensar que a ellos lo que les competía era elegir el mejor libro del año y no otra cosa.
Él es consciente de que es una decisión insólita, pero no ha querido que le pase como a otros escritores, que "se mostraban alejados del poder", pero luego aceptaban un premio nacional. "En este país hay poca memoria para lo que hicieron y nadie se lo ha afeado, y me parece bien. Pero, en mi caso, sería una cierta sinvergonzonería que yo hubiera aceptado este premio, que, además, está dotado con una cantidad decente de dinero", afirmó Marías, antes de insistir en que su postura no tiene "nada que ver con quién gobierne o deje de gobernar".
En su opinión "hubiera sido demagógico" decir que sí al premio y donar el dinero" para alguna obra benéfica o cultural. "Creo mejor que ese dinero lo destinen a lo que ellos quieran. Puede que lo destinen a los bancos -dijo con sorna-, pero ojalá fuera a las bibliotecas públicas", que en 2013 no recibirán dinero del estado para comprar libros, algo que tiene "indignado" a Marías .
Su decisión es muy antigua, pero ahora, con el gobierno del PP, podría añadir un motivo más para rechazar premios e invitaciones, el de que la cultura "es una de las esferas que han salido más perjudicadas" por el actual gobierno.
Marías reconoció que si no hubiera recibido premios en el extranjero, estaría "más deseoso" de que se los otorgaran en España, pero le han dado muchos fuera, y muy importantes, y eso "ha sido suficiente para su vanidad".
Detrás de su actitud está también el hecho de que su padre, el filósofo Julián Marías no ganara nunca el Premio Nacional. "Me pareció que si él no lo había recibido, tampoco yo era merecedor", aseguró el autor de "Los enamoramientos", que tampoco entiende cómo no han ganado un premio nacional escritores de la talla de Eduardo Mendoza, Juan Benet, Gil de Biedma o García Hortelano. "Confío en que no se tome mi postura como un feo o un agravio, o como un desagradecimiento. Todo escritor agradece el aprecio por su obra".
PREMIO DE 20.000 EUROS
Con este premio, dotado con 20.000 euros, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte reconoce la mejor obra de narrativa publicada en España en 2011 en castellano o en cualquiera de las otras tres lenguas cooficiales.
"Los enamoramientos", una obra sobre el lado más oscuro del amor, publicada por Alfaguara, Javier Marías se mete en la piel de una mujer María Dolz para reflexionar sobre el enamoramiento, "ese estado en el que se pueden hacer las mejores cosas y las peores".
A Marías también le sirve este narración, que ha sido todo un éxito de crítica y ventas, para hablar de la impunidad moral que vive en este momento la sociedad "en la que nada escandaliza ni sorprende", según explicó en una entrevista con Efe cuando salió el libro hace más de un año.
Según fuentes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el premio, al ser rechazado por el escritor, pasa a quedar como "no entregado". El galardón a la mejor obra narrativa publicada en 2011, que concede el Ministerio, ha sido fallado hoy por un jurado formado Darío Villanueva, Manuel González, Jon Kortázar Uriarte, María Ángeles Vilallonga y José Luis Corral. Así como por Clara Sánchez, José Luis Martín Nogales, Soledad Gallego-Díaz, Milagros Rivera Garretas, Fernando Rodríguez Lafuente y Marcos Giralt Torrente, ganador del premio en la pasada edición.
Ha actuado como presidenta la directora general de Políticas e Industrias Culturales y del Libro, Teresa Lizaranzu, y como vicepresidenta, la subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, Mónica Fernández.
La renuncia de Javier Marías a no aceptar el premio, no ha sido la primera en el ámbito de la cultura y el arte en España. En noviembre Santiago Sierra rechazó el Premio Nacional de Artes Plásticas, así como el diseñador gráfico Daniel Gil, que negó la distinción extraordinaria que se le otorgaba con motivo del décimo aniversario de los Premios Nacionales de Diseño.
OBRA DE MARÍAS
La obra del escritor Javier Marías (Madrid, 1951), considerado uno de los nombres esenciales de la literatura contemporánea, está publicada en 40 idiomas y en cincuenta países. Licenciado en Filología Inglesa, ocupa el sillón R de la Real Academia Española. Su obra ha sido publicada en más de 30 países y traducida a 25 idiomas.
Ha ejercido la docencia como profesor de literatura española en la Universidad de Oxford (Reino Unido) y en el Wellesley College (Estados Unidos); y como profesor de Teoría de la Traducción en el Instituto de Lenguas Modernas y Traductores de la Universidad Complutense.
Ha traducido a importantes autores anglosajones como Thomas Hardy, Joseph Conrad, Laurence Sterne, Yeats, Robert L. Stevenson y Thomas Browne. En 1980 obtuvo el Premio Nacional de Traducción Fray Luis de León por "La vida y las opiniones del caballero Tristram Shandy de Sterne".
Colabora habitualmente en medios de comunicación escritos como Le Monde, Frankfurter Allgemeine Zeitung, El Semanal, Le Nouvel Observateur, Die Weltwoche, Times Literary Supplement, Revista de Occidente o El País.