Intemperie, el primer libro de Jesús Carrasco, traducido a 22 idiomas, llega ahora al mundo de la viñeta con la adaptación realizada por Javi Rey, el autor que ha llevado al cómic esta dura historia de huidas y aprendizajes.
Las miradas y los gestos se adueñan de las viñetas de Rey en esta obra publicada por Planeta Cómic que se mete de lleno en el campo español de la primera mitad del siglo XX, escenario de la huida de un niño, del cabrero que lo acoge y de un aguacil que va siguiendo el rastro del joven escapado.
Una historia ésta, publicada en 2013, que no había leído Rey antes de aceptar el encargo que le llegó desde la editorial. "No la conocía, y eso que soy lector, lo que pasa es que no suelo leer tanto autores contemporáneos, leo más clásico, porque me falta mucho por aprender, y la actualidad no la tengo al día", cuenta sobre esta novela considerada la mejor obra de 2013 por el gremio de libreros de Madrid.
Pero esto no fue impedimento alguno para aceptar el proyecto y, guiado por su "inconsciencia", aceptó la propuesta del editor de hacer esta adaptación al completo, es decir, dibujar y guionizar también el texto de Carrasco. Algo que le "encantó" y que se acrecentó la ganas de Rey ya que previamente había visto "muchas posibilidades" gráficas en las palabras del autor extremeño.
Y entre estas bondades destacan, como apunta Rey, el "silencio" de la narración en tercera persona y el poco diálogo usado para dar vida a esa relación entre el cabrero y el chico. Por eso, en "Intemperie", el cómic, su autor ha sustituido el lenguaje de los bocadillos por "la acción, la mirada, el gesto y la decisión" de cada personaje. "Que el protagonismo sea más de la imagen que del texto es bastante coherente con el espíritu de la novela", matiza.
Con la premisa de "ser respetuoso" con la obra de Carrasco, Rey ha afrontado también su obra con la mente puesta en dos tipos de lectores, el que vaya a leerlo "por primera vez" y el que "ya ha leído la novela". "Si hay algo me gustaría -concluye- y he intentado tenerlo presente, es que ese segundo lector no se sienta defraudado, sino que repita esa experiencia o viva una complementaria".