Importante faena de Fandiño, aún sin espada, y voluntad de Adame en Madrid

  • Fandiño: "Esta vez la espada me ha jugado una mala pasada"

Una importante faena de Iván Fandiño al mejor toro de la corrida, y una voluntariosa y dispuesta actuación, del mexicano Joselito Adame en el complicado tercero, primero de su lote, fue lo que dio de sí el octavo festejo de la Feria de San Isidro en Las Ventas.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Jandilla, cuarto y sexto con el hierro de Vegahermosa, de variada presentación y de comportamiento también dispar. Fue bueno el quinto, toro con motor, clase y movilidad; también se dejó el cuarto; mientras que los otros apenas aportaron: informal el primero; inválido el segundo; complicado el tercero, y sin fondo, el sexto.

David Fandila "El Fandi": estocada y dos descabellos (silencio); y estocada arriba (silencio)

Iván Fandiño: pinchazo hondo y el toro se echa (silencio); y pinchazo y estocada (ovación tras aviso).

Joselito Adame, que sustituía a Miguel Abellán: estocada (ovación tras aviso); y pinchazo y estocada baja (silencio tras aviso).

Al acabar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Joselito el Gallo, en el 94 aniversario de su fallecimiento en la plaza de Talavera de la Reina. La plaza se llenó con algunas "calvas" en los altos del sol en tarde primaveral.

FAENA QUE VALE UNA TARDE

La gente iba con ganas de volver a ver al que, hasta ahora, es el nombre propio de San Isidro, Iván Fandiño, algo que se evidenció con el lleno que hubo en los tendidos a pesar de la sustitución de última hora del mexicano Joselito Adame por Miguel Abellán.

Y al final, tanta expectación fue correspondida con una notable e importante faena del de Orduña al buen quinto, el mejor toro de una desigual corrida de los dos hierros de Borja Domecq.

Un Fandiño enfibrado y mandón, con mucho asiento y torería en las formas en ese segundo toro de su lote. Faena de pulso, actitud y suficiencia sobre ambas manos, enganchando por delante al de Jandilla, para tirar de él con largura, ajuste y profundidad.

Algo muy bueno fue que la actuación mantuvo siempre el mismo ritmo e intensidad, hasta en las manoletinas finales, con la plaza echando humo. Lástima que faltara contundencia a la hora de matar, perdiendo un más que posible trofeo.

A su primero, muy protestado por su escaso trapío y manifiesta invalidez, fue imposible ligarle dos muletazos seguidos, de modo que Fandiño no pudo pasar de las simples probaturas a pesar del largo tiempo que estuvo delante, lo que produjo cierto sopor en el tendido, que al final se lo censuró.

El mexicano Adame volvía a Madrid dos días después de haber dado una vuelta al ruedo en esta misma plaza, y nuevamente dejó momentos interesantes a pesar de no poder redondear ninguna de sus dos faenas frente a dos toros de distinto comportamiento, pero poco aptos igualmente.

Su primero tuvo una engañosa movilidad, pues no siempre venía metido del todo en la muleta, venciéndose y volviéndose, poniendo en apuros al azteca que, no obstante, estuvo por encima de tanta complicación. Hizo la apuesta Adame, que al final consiguió pegarle pases estimables por la derecha a base de querer a toda costa.

Cerró plaza un astado que, pese a moverse, no acabó de "romper" lo suficiente en la muleta, apagándose también al final. Adame no pudo pasar de voluntarioso

"El Fandi" pasó sin pena ni gloria en su primera tarde isidril. Su primero fue un toro informal, que aparentemente iba por abajo pero calamocheando y reponiendo también al final de cada pase. El granadino banderilleó tomándose ventajas, y en la muleta, aunque insistente, tampoco dijo nada.

En el cuarto, en cambio, sí gustó El Fandi con "los palos", especialmente en un tercer par "al violín". Pero en el último tercio, idéntico guión que en su labor anterior, o lo que es lo mismo, voluntad sin eco, con la diferencia de que este toro tuvo más opciones que el que abrió plaza.

La sensación final fue de que no estuvo a la altura de las circunstancias.

FANDIÑO: "ESTA VEZ LA ESPADA ME HA JUGADO UNA MALA PASADA"

El diestro Iván Fandiño, que regresaba a Madrid tras la Puerta Grande conseguida hace tres días, protagonizó una gran faena, que, sin embargo, quedó sin premiar por fallar en la suerte suprema, algo de lo que se lamentaba al término del festejo "Esta vez la espada me ha jugado una mala pasada"

"Esta vez no ha podido ser. La espada no ha querido ser mi aliada y me tengo que fastidiar y marchar de vacío. No era lo que esperaba, ni mucho menos, pero son cosas que ocurren cuando sale una corrida de tan pocas opciones como la de hoy de Jandilla", afirmó Fandiño a Efe en el túnel de cuadrillas de la Monumental madrileña.

Respecto al juego de los astados, el torero de Orduña (Vizcaya) confesó que: "los toros iban y venían, pero sin meter la cara y saliendo siempre sueltos, y aún peor, pues han sido también ásperos y complicados, con más genio de lo que pudiera parecer a priori".

El mexicano Joselito Adame aseguró marcharse de la plaza "con mal sabor de boca" por las pocas opciones que le brindaron sus dos antagonistas. "Con el complicado primero aposté mucho y arriesgué al máximo, pero aquí me molestó también el viento; y mi segundo se desfondó demasiado pronto", remarcó.

El Fandi afirmó que "solo" ha podido dejar detalles sueltos con el capote una corrida "sin fondo y deslucida". "No ha sido la corrida que esperaba encontrarme, la verdad. Ninguno de mis dos toros me han servido, uno por complicado y el otro por remiso", concluyó.