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El pintor y académico madrileño Álvaro Delgado, considerado uno de los mejores retratistas españoles de los últimos años, falleció en la capital a los 92 años, informaron fuentes del tanatorio de la M-30 donde está instalada su capilla ardiente.

Delgado, cuyos restos serán incinerados mañana en el cementerio de la Almudena, comenzó su serie de retratos en 1969, con los nueve que dedicó al emperador de Etiopía, Haile Selassie, y entre su nómina de "modelos" figuran don Juan Carlos y doña Sofía, Pablo VI y Juan Pablo II. Pío Baroja, Gerardo Diego y Benjamín Palencia, maestro de Álvaro Delgado en la Segunda Escuela de Vallecas y, después, en la Escuela de Madrid, son otros de los personajes a los que retrató Delgado.

Literatos e intelectuales como Rafael Alberti, José Luis Aranguren, Gonzalo Torrente Ballester y Leopoldo María Panero o políticos como Ramón Espinar y José Prat han sido otras de las personalidades que han posado para él.

En 2000 reunió en "Eros y Thánatos", que se inauguró en el Círculo de Bellas Artes, cuarenta y siete obras en las que reflejaba sus reflexiones sobre el amor y la muerte, acompañadas de poemas de Antonio Gamoneda.

Delgado, miembro de la Academia de Arte, Ciencias y Literatura de Europa, expuso en 2002, en el Conde Duque, "Extremos", una selección de sus mejores bodegones y paisajes.

Su trayectoria profesional evolucionó desde un enfoque personal del cubismo hacia el expresionismo, y siempre, como explica él mismo, fuertemente influido por El Greco.

Formó parte en sus primeros años de la Segunda Escuela de Vallecas, y, posteriormente, de la que fundó Vázquez Díaz, la Escuela de Madrid, e incorporó una veta realista entroncada con la gran pintura tradicional española de autores como El Greco, Velázquez o Goya, de cuyos "Fusilamientos del 2 de mayo" hizo una versión.

"El esqueleto de mis cuadros ha sido siempre leal al cubismo estético. Mi impulso de expresionismo y mi disciplina de cubismo son vecinas", afirmaba el artista, caracterizado siempre por su espíritu innovador, siempre en busca de nuevas formas y texturas.

Más que un pintor, decía de sí mismo, fue siempre "un zascandil curioso", saltando "de tema en tema", además de un viajero impenitente, como reflejaban lo que él llamaba sus crónicas del Navia, la localidad del occidente asturiano de la que era hijo adoptivo y donde pasaba largas temporadas, y La Olmeda. Los concejos de Navia y de Valdés, pueblo del que también era hijo adoptivo, han declarado tres días de luto oficial.

Este "rebelde de las artes", que presumía de que "jamás" había ilustrado revistas "para el franquismo", fue nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1973), de la Academia Europea de Ciencias y Artes (1988) y de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias, de Granada (1991).

Además, Delgado recibió a lo largo de su trayectoria galardones como el Gran Premio de Pintura Bienal de Alejandría, la Medalla de Oro en el XII Salón Nacional de Grabado, la Medalla al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Madrid, la Medalla de Oro de la Villa de Madrid, la Medalla Nacional de Bellas Artes o el Premio Gerión.