"Un pueblo sin cultura es un país perdido", consideró la cantaora Estrella Morente poco antes de actuar en la Konzerthaus, una de las salas de concierto más prestigiosas de Viena, la capital mundial de la música clásica.
La granadina se refería así a la sangría que ha causado la crisis económica al mundo cultural en España, mientras que otros países, como por ejemplo Austria, ha mantenido sus fondos para la cultura incluso en medio de las actuales dificultades presupuestarias.
"Si uno recorta en medicina, en ciencia, si recortas en salud y en cultura, estas acortando la vida del país. Y estás declinando su rumbo, estás desvirtuando el prestigio del país", declaró la cantaora.
"Creo que Viena es un ejemplo para el mundo. Un país, una ciudad, un pueblo, sin cultura es un país perdido. Aquí han apostado por la cultura en un momento de dificultad y eso se ve, eso se nota", dijo.
EXIGENTE PÚBLICO VIENÉS
Morente se presenta por segunda vez desde 2011 al exigente público vienés, en el marco de una breve gira europea que la llevó este mes a Holanda, Bélgica, Suiza, Austria y que termina este sábado en Suecia.
Pese a las dificultades por las que pasan los artistas en estos momentos de crisis, el mensaje de Morente, que desde la temprana infancia no conoce otra cosa que el éxito en los escenarios, es alentador y optimista.
"Creo que es un momento de mucha lucha y de mucha duda. (Pero) tenemos que ser inteligentes. Sé que el arte es inteligente y la cultura también lo es y está preparada para poder superar (cualquier crisis), incluso una guerra", señaló la artista.
"Ha habido varias guerras mundiales pero la cultura, la pintura, los monumentos que se han conservado siguen siendo el sosten del mundo y la guía de la historia", agregó.
"Los artistas somos los encargados de contar la historia, aún cuando hay problemas", concluyó Morente, en una ciudad, marcada por la cultura, el arte y la sobre todo la música.
"Yo me siento en Viena como en casa. A mi me educaron en la música, me educaron en la sensibilidad musical y siempre me acercaron a Mozart, a Beethoven, a Bach", aseguró la hija de mítico Enrique Morente, uno de los grandes renovadores del flamenco.
"Mi padre, por la mañana lo primero que hacía era poner música clásica. Tenía un devoción por Verdi, Bach y, por supuesto, por Mozart", recordó.
El programa que presenta hoy está basado en su actual disco Autorretrato (2012), terminado un año tras la muerte de su padre y en el que participó, entre otros, el también recientemente fallecido Paco de Lucía.
"Tuve la suerte de poder comprobar que los grandes son humildes, que los grandes son sencillos, que tienen ganas de trabajar, que no paran de trabajar. Sin trabajo no se consigue nada", concluyó.