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El bailaor Joaquín Cortés prorroga su paso por el Teatro Rialto de Madrid debido al éxito de su espectáculo "Esencia". Un montaje sobre su propia historia, la de un niño que luchó por sus sueños hasta convertirse en una figura internacional. Sobre el escenario, Cortés desnuda su alma y su arte junto a ocho bailarinas, dos bailaoras, doce músicos en directo y ocho voces flamencas de rompe y rasga.

Un momento oportuno para hablar con un artista que inventó la fusión flamenca y hoy su arte es reconocido en todo el mundo. Cristina Ortega ha compartido una mañana con Joaquin Cortés. "Estaba tomando un café con una amiga y empecé a escribir y me surgió el nombre de Esencia. Un resumen de tres décadas viajando por el mundo y una producción al estilo Broadway" asegura Cortés.

"El escenario, es como mi habitación, allí es donde me desnudo en cuerpo y alma y me dejo llevar por la imaginación" reconoce el bailaor. "Cuando empecé a los 12 años me cultivé en todo tipo de danzas (clásico, flamenco o contemporáneo). Mi movimiento natural es la fusión, mezclar el flamenco con el jazz, el gospel, la música árabe y fue una bomba a nivel mundial".

Pero el bailaor reclama mayor apoyo mediático e institucional al baile en España. "Soy hijo adoptivo de Madrid, la ciudad donde empecé, y mi obligación moral es hacer una Escuela con mi nombre en mi país. Lo que pasa es que en otros países te dan todo tipo de ayudas y facilidades" lamenta Cortés.

Su próxima parada, en 2018 en Nueva York. Le espera una película y aún le queda mucha "Esencia". De momento, prolonga cartel hasta julio y gira nacional e internacional.