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Se cumplen 30 años del estreno de uno de los grandes clásicos del cine: Dirty Dancing. Con ese motivo, la autora del guión se encuentra en España, ya que también también es responsable de la adaptación teatral, y ahora mismo el musical se está representando en el Nuevo Teatro Alcalá. Eleanor Bergstein, guionista de "Dirty Dancing" asegura que "no cambiaría ni una línea" del guión que escribió entonces y que no fue bien acogido por los productores.

Han pasado 30 años desde que "Dirty Dancing" se convirtió en un filme de culto de los 80, y su guionista, Eleanor Bergstein, ha asegurado este lunes en Madrid que "no cambiaría ni una línea" de un musical que habla del aborto, las diferencias sociales o la brecha de edad en una relación.

"El público que viene a ver la obra o a ver la película viene como con el corazón abierto, con la esperanza de cambiar el mundo, como hacía Baby. Sobre todo, porque hoy en día el mundo necesita cambiar", ha explicado en un encuentro con medios Bergstein, guionista del musical de 1987 y escritora de su versión teatral, que se representa en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid hasta este domingo.

Estrenado en 2004, el musical incluye clásicos como "Hungry Eyes", "Hey! Baby", "Do You Love Me?" y "(I've Had) The Time of My Life", ambientándose en 1963 y con la cuestión del aborto como "base principal del desarrollo" de aquella película que protagonizaban Jennifer Grey como la joven e idealista Frances "Baby" Houseman y Patrick Swayze como Johnny Castle, el profesor de baile.

UN MUSICAL CON POLÉMICA

El aborto, dice Bergstein, era legal en aquel 1987 -aunque no lo era en el año en el que se basa la cinta- y, a pesar de eso, su inclusión en la trama no estuvo exenta de polémica.

"Teníamos un patrocinador de crema contra el acné que quería haber producido el cartel con la condición de que no apareciera el aborto en la película. Y yo, que soy muy testaruda, dije que había que mantenerlo porque era la razón principal por la cual Baby tenía que acercarse a Johnny", dice Bergstein.

Y la industria de Hollywood tampoco quiso hacerse cargo de "Dirty Dancing", reconoce la guionista: "Fue una película pequeña e independiente. De todos modos, Hollywood pensaba que con las películas se podía cambiar el mundo y ya vemos que no es así".

Fue en la pequeña pantalla, en la cadena ABC, donde se estrenó el 24 de mayo un "remake" de "Dirty Dancing", del que Bergstein "no ha tenido nada que ver" y que no ha sido de su agrado, y también en televisión es "posible" que ella haga una secuela del filme, mientras la versión teatral, estrenada en 20 países, sigue de gira por España.

"Dirty Dancing" recalará en trece ciudades españolas durante este año, empezando por Logroño, del 7 al 11 de junio, con un "elenco maravilloso" para Bergstein, que encabezan Christian Sánchez como Johnny y Amanda Digón en el papel de Baby.

"Es un reto", reconoce Sánchez, porque "la gente viene con una comparativa enorme" pensando en el Johnny que interpretaba Swayze, quien se convirtió, opina, en un "icono sexual, sobre todo con ese salto", pero que en el fondo se metía en la piel de un personaje "sensible, con muchos miedos e inseguridades".

Por ello, para no acabar intentando imitar al mítico actor de otras cintas como "Ghost", Sánchez no ha querido volver a ver la película para poder hacer "su propio Johnny", lo mismo que decidió Digón cuando entró en la producción.

"En el musical se hace más hincapié en el contexto social y político", explica la actriz, que dice que el texto "rompe con un montón de tabúes": "Hay cosas que no han muerto todavía, y no sé si es bueno o malo".