Un grupo de investigadores de Estados Unidos ha descubierto oculto en La habitación azul (1901), una de las primeras obras maestras de Pablo Picasso, el retrato de un hombre con la cabeza reposando sobre su brazo.
Una de las expertas que participó en el hallazgo, la restauradora Jennifer Mass, directora del laboratorio de investigación del Museo de Winterthur (Delaware, EE.UU.), explicó a Efe que la imagen se reveló al examinar la pintura con rayos X y con un "escáner hiperespectral".
Como resultado de este trabajo, liderado por el físico Arthur Woll, de la Cornell University, y en el que también colaboraron conservadores del museo privado The Phillips Collection de Washington, propietario de la obra, y de la Galería Nacional, se mostró el retrato de un hombre, de identidad aún desconocida.
Vestido con chaqueta y pajarita, el hombre que Picasso (1881-1973) pintó en el mismo lienzo que La habitación azul tiene barba y aparece con el cuerpo inclinado hacia la derecha (desde la perspectiva del observador) y con la cabeza apoyada sobre su mano derecha.
"La imagen subyacente, que se piensa que fue realizada también en 1901, tiene algunas similitudes con La habitación azu', como los contornos en un azul prusiano oscuro", detalló Mass.
La pintura camuflada en La habitación azul no es la primera que se descubre oculta bajo una obra de Picasso, ya que en los últimos años varias restauraciones han revelado trabajos escondidos, como el que el Museo Guggenheim halló en Mujer planchando en 2012.
El objetivo de los investigadores, añadió la restauradora, era analizar la paleta de colores y los métodos de trabajo que Picasso utilizó en esta obra que el pintor español realizó a los 20 años, recién llegado a París.
"Empezamos esta investigación para determinar los materiales y métodos que Picasso empleó en este año crítico en el que culminó su transición desde pintar escenas de la vida nocturna parisina del cambio de siglo a su periodo azul", indicó Mass.
La restauradora del Museo Winterthur afirmó que apenas se ha estudiado esta etapa de juventud de la obra de Picasso que calificó como un "punto de inflexión" y a la que llegó antes de su periodo cubista, el que le dio mayor fama.
La habitación azul es un óleo sobre lienzo de tamaño medio -50,49 centímetros (19,88 pulgadas) de alto por 61,6 centímetros (24,25 pulgadas) de largo- que fue adquirido por The Phillips Collection en 1927.
En esta obra, que muestra la figura de una mujer desnuda bañándose en una habitación, predominan los colores azules con tonos violeta y, según la restauradora del Museo Winterthur, la paleta empleada por Picasso "ayudará a la preservación a largo plazo de este cuadro".
Una especialista en la obra de Picasso que no ha estado vinculada a la investigación, la profesora de Historia del Arte de la American University de Washington Julliet Bellow, explicó a Efe que La habitación azul define las características de su periodo azul.
"Se adecua al 'periodo azul' tanto en términos de estilo, con una paleta más o menos monocromática y distorsiones expresivas en el espacio y la forma, sobre todo de figuras humanas, como en términos de tema, porque se inspiraba en los marginados de la sociedad y una mujer bañándose sugiere prostitución", abundó Bellow.
La experta en Picasso señaló también que el cuadro contiene referencias a otros pintores, como Edgar Degas y Henri de Toulousse-Lautrec, lo que, a su juicio, "da pistas de una tendencia que emergerá posteriormente en su carrera, hacer obras que comentan las tradiciones que ha heredado de la historia del arte".