El actor Dani Rovira relega a un segundo plano su ADN de cómico, que le llevó a la primera fila del cine español con "Ocho apellidos vascos", y se adentra en el género del drama con su quinto film, "Cien metros", que se planteó "como un reto personal".
El largometraje, que estos días se está rodando en Sant Just Desvern (Barcelona), narra la historia de superación de Ramón Arroyo, un hombre al que le diagnostican esclerosis múltiple casi al mismo tiempo que descubre que va a ser padre, y que se sobrepone a la enfermedad y se convierte en un atleta pese a que le habían avisado de que "no podría andar ni cien metros".
"La experiencia está siendo algo muy enriquecedor para todo el equipo porque desde el primer día tenemos todos la sensación de estar haciendo algo más que una película", ha afirmado el malagueño en declaraciones a los medios tras una visita al rodaje.
La dirección y el guion de la película son obra de Marcel Barrena, que estuvo nominado al Goya y ganó el premio Gaudí por "Món Petit", una película documental que explica la historia de un joven con leucemia que viaja por todo el mundo pese a ir en silla de ruedas.
Su decisión de embarcarse en la historia de Ramón llegó después de ver el "Informe Robinson" que Canal+ dedicó al atleta, un documental que también empujó a Rovira a decir que sí al proyecto "en menos de dos horas".
"Es más que una película. Es poner en conocimiento del país o de toda la gente que la vea que existe una enfermedad neurodegenerativa que se llama esclerosis múltiple y que es una enfermedad muy peculiar, muy silenciosa y muy jodida", ha apuntado Rovira, que ha recordado que en España hay más de 50.000 personas que padecen esta enfermedad y que esperan un retrato real de lo que supone.
Barrena ha destacado que es él mismo quien elige a los actores que participan en sus películas, y de Rovira ha asegurado que "es el mejor de actor de España en estos momentos", tanto por su talento como por el trabajo que dedica a preparar sus personajes.
Un trabajo que salta a la vista en el aspecto físico del malagueño, sin barba y visiblemente más delgado que en sus anteriores películas. Rovira ha detallado que su cambio físico se debe a la preparación del papel, pero también al hecho de que compagina las horas de rodaje con el entrenamiento necesario para participar junto con Ramón Arroyo en el Ironman de Calella (Barcelona).
"Fue muy bonito el podernos motivar el uno al otro. Entonces, la vamos a hacer en mayo", ha explicado el actor, que ha elogiado el carácter "cabezón" de Ramón a la hora de enfrentarse a la enfermedad. Rovira vuelve a coincidir con Karra Elejalde, que de nuevo interpreta a su suegro, aunque ambos subrayan que su tándem actual no se parece en nada al que se pudo ver en la saga de los apellidos, tanto vascos como catalanes.
El repertorio lo completan Alexandra Jiménez, que interpreta a la mujer del protagonista, y otros nombres conocidos como David Verdaguer, Clara Segura y Aida Folch.
"Tengo que decir que es el rodaje en el que más nos estamos riendo. Supongo que un rodaje en el que se cuenta una historia en la que en la gran mayoría de secuencias hay mucha tensión emocional, luego cuando cortas, paras para comer o tienes tiempos muertos, nos reímos más. Creo que es más necesario", ha resuelto Rovira.