El protagonista de la saga Crepúsculo Robert Pattinson interpreta a un multimillonario sin escrúpulos inmerso en un proceso de autodestrucción en Cosmopolis, del director canadiense David Cronenberg, un ataque ardiente a la codicia y el capitalismo presentado en el Festival de Cannes.
En la película basada en la novela de Don Delillo sobre el mismo tema, el capitalismo corrompe, los personajes no pueden comunicarse y la gente se ríe de que las ratas podrían ser la nueva moneda.
La crítica hábil pero intrincada del sector financiero consigue captar el espíritu que surgió el año pasado con el movimiento Occupy Wall Street, unas protestas que se desarrollaron en Manhattan mientras se rodaba la película, dijo Cronenberg.
"No pensamos que estábamos haciendo (...) una profecía cuando comenzamos a rodar la película, pero de pronto fue así", dijo Cronenberg a periodistas. "Por algún motivo nuestra película estaba captando el momento. Se convirtió en un documental en vez de una película de ficción".
El ídolo adolescente Pattinson interpreta al joven experto en altas finanzas Eric Packer, obsesionado con la idea de cruzar Nueva York durante un gran atasco y con calles cortadas para cortarse el pelo.
No está claro por qué quiere cortarse el pelo, pero lo cierto es que aparece en todas las escenas de la película -habitualmente sentado en un asiento de cuero negro como si fuera un trono- en su limusina blanca que recorre la ciudad.
"Necesitas a alguien a quien la gente quiera ver y él fue lo suficientemente valiente para interpretar a un personaje que realmente no es compasivo", dijo Cronenberg. "Algunos actores no quieren interpretarlo. Y a él no le dio miedo", sentenció.
Pattinson reconoció que inicialmente se vio intimidado ante la perspectiva de trabajar en la película e hizo una curiosa confesión: "No puedo explicar de qué va la película. Prácticamente pasé dos semanas en la habitación de mi hotel muy preocupado y en un estado de confusión".
SENSACIÓN DE INTIMIDACIÓN
Los diálogos de Cronenberg -que adaptó la novela en seis días- se acercan al texto de DeLillo, que son no-conversaciones enigmáticas que abordan desde la devaluación del yuan a las próstatas asimétricas.
"He tenido un día largo", dice Pattinson al hombre (Benno Levin, interpretado por Paul Giamatti) que está tratando de asesinarle, hacia el final de la película. "Un momento para la pausa filosófica".
Cronenberg - conocido por películas oscuras como La mosca y Crash- crea una sensación de intimidación en Cosmopolis mientras las amenazas al presidente y la ansiedad por unas redes no aseguradas impregnan la seguridad y la paz relativas de la limusina blanca de Packer.
"La situación no es estable", advierte el guardaespaldas de Packer antes de entrar en la anarquía de Times Square, donde unos manifestantes enfurecidos que llevan grandes ratas y pintan grafitis en la limusina.
Incluso los cuerpos de los personajes comienzan a sentir los efectos del mundo corrupto que les rodea. "Mi próstata es asimétrica", le confesa Levin. "La mía también", contesta Packer, que anteriormente discute las apreciaciones de las divisas con un colaborador en su limusina mientras le realizan un examen de próstata.
La reacción a la película por parte del público de Cannes fue diversa, y las primeras impresiones de los críticos y blogueros pronton inhundaron Twitter.
Peter Bradshaw del Guardian la calificó de película "intrincada, que se cree importante y fantásticamente poco profunda" mientras que su compañero en el mismo periódico Xan Brooks no estuvo de acuerdo y calificó Cosmopolis de "una película que brilla como un diamante".