"La saga crepúsculo: Amanecer (Parte I)" llega mañana a las salas de Estados Unidos dispuesta a arrasar entre los adolescentes de todo el país, mientras que George Clooney con "Los descendientes" y los pingüinos de "Happy Feet Two" tratarán de convencer a otros públicos.
"Amanecer (Parte I)", la cuarta y penúltima entrega de la saga, vuelve a estar protagonizada por los jóvenes Kristen Stewart (Bella), Robert Pattinson (Edward) y Taylor Lautner (Jacob), en una historia que muestra los hechos que se suceden ante la boda de Bella y Edward, el inminente nacimiento de su primera hija y el camino que toma la eterna lucha de los vampiros contra los hombres lobo.
Se espera que la cinta, dirigida por Bill Condon, recaude entre 110 y 150 millones de dólares (de unos 81,7 a 111,4 millones de euros) en su primer fin de semana de exhibición en EEUU.
UNA MEZCLA DE ROMANTICISMO, VAMPIROS Y HOMBRES LOBO
La saga de "Crepúsculo" está a punto de acabar, para desgracia de sus fans. "Amanecer" es el último libro de la saga creada por Stephenie Meyer, que llega al cine desdoblada en dos partes. La primera, que se estrena mañana, es todo un ejercicio de cómo alargar una historia de forma artificial y aburrida.
Los seguidores de esta saga vampírica irán sin duda en masa a ver la boda entre Edward, el vampiro, y Bella, la humana. Y asistirán impertérritos a la retahíla de tópicos con que nos regala Bill Condon, un director que no ha dejado ninguna huella en la película.
Y seguro que se quedarán con ganas de ver la continuación , que llegará a los cines dentro de un año.
Pero, obviando el amor incondicional de los fans, "Amanecer" es una historia endeble, que traspasa en muchos momentos el límite de la ñoñería y compuesta de escenas interminables que se podían haber resuelto en la cuarta parte del tiempo.
Casi dos horas de metraje en las que se echa en falta los habituales enfrentamientos entre los vampiros y los hombres lobo o la aparición de los malvados "vulturi", que en entregas anteriores proporcionaron un poco de ritmo e interés a la historia.
Pero, en este caso, al dividir en dos el libro final, toda la lentitud romántica de la relación de Edward y Bella se ha quedado en esta primera parte.
Tan sólo al final se produce un primer enfrentamiento que avanza lo que supuestamente será una apoteosis final en la quinta y última película de la saga.
Pero mientras pasa ese año para llegar al final, lo que hay ahora es una película en la que el conservadurismo se impone por goleada y en el que se dibuja una irreal realidad que contribuirá a confundir a los adolescentes que vayan a verla.
Música sin personalidad, una narrativa tan previsible como aburrida y unos diálogos que provocan la risa de los espectadores que no adoren "Crepúsculo".
Todo ello para un producto que aspira a reventar las taquillas de medio mundo desde mañana.
GEORGE CLOONEY COMPITE CON LOS VAMPIROS
George Clooney regresa a la gran pantalla bajo el brazo del director Alexander Payne, ganador de un àscar al mejor guión adaptado en 2004 por "Entre copas", en "Los Descendientes", cuya llegada a los cines se adelantó al miércoles.
El guión de la cinta cuenta cómo un hombre de negocios (Clooney) trata de conectar con sus hijas en un viaje en automóvil por Hawai después de que su mujer, a la que apenas veía, quede en coma tras sufrir un accidente.
Por último la propuesta independiente de "Another Happy Day", ganadora del premio al mejor guión en el pasado festival de cine de Sundance, supone el debut tras las cámaras de Sam Levinson, que reúne en esta comedia negra a Demi Moore y Ellen Barkin dando vida a unas mujeres en busca de su identidad dentro de una familia en plena crisis.