El próximo 27 de marzo se estrena una nueva película de La Cenicienta. No será animada sino con actores reales.
La historia es sobradamente conocida. Se ha transmitido durante siglos por tradición oral, o escrita gracias a perrault o a los hermanos grimm. La historia actual se basa, sin complejos, en la célebre versión animada de 1950. Con una mala malísima de origen australiano.
Nos dicen que tenemos que ser buenos, dulces y generosos, lo que es cenicienta y no su madrastra. Es divertido juntar todo eso en un personaje.
Precisamente el vestuario es una de las atracciones de esta versión. Donde Helena Bonham Carter es el hada madrina y Lily James la humillada protagonista.
Celos, envidia, amargura. La historia contiene todos los ingredientes dignos de un drama de shakespeare. Nadie mejor para la tarea que kenneth branagh, director y actor experto en dar la vuelta al calcetín del autor inglés y, ahora, a una historia imperecedera.