Sandra Bullock, con un vestido rojo que se fundía con la alfombra, fue hoy la protagonista del primer desfile de la Mostra de Venecia, en el que George Clooney acaparó toda la atención, desfilando solo y repartiendo sonrisas y autógrafos.
Se hicieron esperar los protagonistas de "Gravity", del mexicano Alfonso Cuarón, la película que abrió hoy la 70 edición de la Mostra.
Pasadas las 19.00 hora local (17.00 GMT), momento en el que debía comenzar la proyección del filme, se supo que llegaba Clooney por los gritos que daban los cientos de fans que se agolpaban a las puertas del Palazzo del Cinema desde hacía horas.
El actor se acercó a sus seguidores nada más bajarse del coche y comenzó a repartir sonrisas y autógrafos cuando la cercanía se lo permitió.
Mientras, en otro coche, llegaba su compañera de reparto, con un vestido rojo de escote asimétrico que dejaba ver su delgadez, acentuada por unas altísimas sandalias negras, a juego con el "clutch".
Peinada con un moño alto y con unos sencillos pendientes, Bullock se mostró un tanto distante en los primeros instantes hasta que se acercó a los fans para firmar autógrafos ya más relajada.
Clooney se acercó después a Alfonso Cuarón y su hijo Jonás -coguionista de la película- para posar frente a los fotógrafos, lo que provocó una divertida reacción de Bullock, que se quejaba porque no la esperaban para la foto.
Por la alfombra ya había pasado la mayor parte de los miembros del jurado de esta edición, como las actrices Carrie Fisher, Martina Geddeck, Ryuichi Sakamoto, Pablo Larraín o Virgine Ledoyen, con un vestido marfil que dejaba la espalda al aire y una de las más aclamadas por el público.
Todos ellos llegaron a las puertas del Palazzo del Cinema en coches de una marca de lujo italiana, uno de los patrocinadores de la Mostra.