Andreu Buenafuente y Berto Romero llevan trabajando juntos casi una década y este viernes, por primera vez, llegan a la gran pantalla como pareja cómica con la película 'El pregón', dirigida por Dani de la Orden y acompañados por actores como Jorge Sanz y Belén Cuesta.
"Si cuidas una relación artística se puede redimensionar y esta película tenía la suficiente fuerza para conseguirlo", ha señalado Buenafuente este martes durante una entrevista concedida a Europa Press con motivo del estreno de esta cinta, una comedia ambientada en un pueblo ficticio de Proverzo y cuyo guion está firmado por Diego San José ('Ocho apellidos vascos') y David Serrano ('El otro lado de la cama').
Romero y Buenafuente dan vida a los hermanos Osorio, quienes, tras varios años sin hablarse y después de haber dejado atrás sus años como grupo musical de éxito, deciden aceptar el encargo del alcalde de su pueblo natal de pronunciar el pregón de las fiestas, una misión en la que tendrán que enfrentarse a varios obstáculos inesperados.
"Recoger todo lo sembrado y ponerlo en clave de cine ha sido muy estimulante", ha afirmado Buenafuente, quien en esta cinta --su primer largometraje-- ha asumido el "vértigo" que supone este reto y ha hecho "desaparecer el Buenafuente de las gafas para mostrar a otro señor". "Habíamos hecho tantas horas de televisión que parecía que no habíamos hecho nada", ha admitido.
En este sentido, Romero compara su relación artística con las parejas que "se han comprado una casa y, tras pasar en ella mucho tiempo, hacen un viaje para hacer otras cosas". "Esto ayuda a llevar la relación de pareja cómica", admite el humorista y añade en tono de broma: "Yo, como actor consagrado, veía cómo se debatía en esto que yo ya había experimentado ya con anterioridad".
No obstante, precisa que rodar una película no tiene "nada que ver" con los trabajos que habían hecho antes, puesto que el rodaje es "fraccionado" y no se puede "improvisar", por lo que han tenido que buscar nuevas vías para expresar su "química".
Preguntados por la situación actual de la política y por una hipotética película en clave de humor que reflejara el clima que se vive en el presente, Buenafuente recurre a la frase: "No sé si ha pasado suficiente tiempo de la tragedia para que se arme la comedia". Por su parte, Berto Romero cree que "no se puede orquestar una comedia que supere lo que está ocurriendo en los últimos años en este país". "El guion diario es muy de comedia", recalca.
COMEDIA QUE NO DA RESPIRO
'El pregón' es, en palabras de Romero, una película que "va a las claras" y que tiene como máximo objetivo "hacer reír" a partir de claves como el contraste entre el pueblo y la ciudad, la relación entre los dos hermanos y la búsqueda del éxito pasado en el presente.
"Ya sabíamos que no hacíamos una película para colocarla en la estantería junto al 'Padrino II'", ha manifestado el actor. En este sentido, y preguntado por el contraste entre las cifras de taquilla y el reconocimiento de la comedia por parte de la crítica y académicos, destaca que su objetivo "no es recoger ningún premio". "No me gustan, me moriría sin recibir ninguno", ha sentenciado.
En esta línea, Buenafuente ha señalado que el reconocimiento es "la gente, aunque eso suene folclórico". "Quizás una categoría en los Goya no estaría mal, pero tampoco existe en drama. No lo veo como un descrédito", ha dicho.
El director del filme, Dani de la Orden, ha explicado a Europa Press que la historia parte de una premisa que se ha utilizado "mucho" en el cine: "Ir de la ciudad al pueblo". Por ello, su energía ha estado encaminada hacia el objetivo de la película, que siempre se ha colocado en "la emoción y la sonrisa".
"Conscientemente sabía que esta comedia necesitaba mucho ritmo y uno de los puntos fuertes es que no da respiro. El montaje puede ser en picado y contemplativo, se pasa de una escena a otra de una manera muy agresiva, para dar a la cinta la energía y el ritmo que necesita", ha relatado.
Belén Cuesta interpreta a Silvia, una profesora "dulce" pero con un punto un tanto "bruto" que marcase cómo ella se ha defendido en su ambiente. "No hemos querido subrayarlo muchísimo", ha señalado la actriz, quien alude a unos de los momentos más divertidos del rodaje, en el que golpea a Berto Romero, una escena que tuvo que repetir varias veces y por la que llegó de dejar el brazo del actor "morado".